+ Antes de irse al gabinete de Sheinbaum, Cuitláhuac supervisará obras.
Franco, Hérviz, Velázquez, Bernal, Cadena y anexas van a formar un nuevo partido:
Vanguardia Anti4T Local Institucional Monumental Omnipresente Sexenal
«Primero Iniciemos Todo, Organizados»
–Chopenjawer
En algún momento de la juventud, uno creía que era buena idea unirse al PRD como el único partido de izquierda fuerte del país a finales de los años 90.
Se trata de una generación que apenas tendría su primera votación y fue testigo del decadente priato desde los años 80: los magnicidios de Colosio y Ruiz Massieu, el estallido de la guerrilla en Chiapas con el EZLN, el fraude electoral del 88, el voraz neoliberalismo, las crisis económicas, etc.
En ese entonces, varios jóvenes estábamos muy entusiasmados porque hubo algunos cambios en el país que afectaron al todopoderoso y omnipotente PRI de la época. No eran pocos los que, en la universidad, compartían que estuvieron en caravanas perredistas o ayudando a promover el voto por el partido del sol azteca.
Ese entusiasmo se coló en muchas partes del país. En mi natal Minatitlán, ganaba el PRD la Presidencia Municipal por el periodo 1998-2000 con el empresario mueblero Amado Guzmán García, siendo la primera gran derrota del PRI en el pueblo, cuyo gobiernos municipales han sido controlados históricamente por los caciques petroleros.
(Este cacicazgo se ha perdido. Este 2 de junio, por ejemplo, desde las oficinas del sindicato dieron la “orden” a los agremiados de que votaran por la morenista Claudia Sheinbaum para presidenta, pero también por el priísta Pepe Yunes como gobernador. Sobra decir que no funcionó “la orden”, porque ese voto corporativista tiene rato que murió).
Para el año 2000, México estaba viviendo tiempos de cambio y se palpaba que pronto iba a haber una transición en el poder. Ernesto Zedillo sería el último presidente priísta.
El PRD tomaba mucha fuerza en el país y en el estado, convirtiéndose en una fuerza política de peso junto con el PAN. Aquí en la entidad la figura más emblemática era la de Heberto Castillo, viejo luchador de izquierda, considerado uno de los hombres ilustres y sabios de México por su legado en ingeniería civil y política. Llegó a ser candidato a la gubernatura en 1992, pero fue derrotado por el priísta Patricio Chirinos Calero, hombre muy cercano al entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.
Para 1998, en las elecciones estatales lanzaron a otro líder, pero menos conocido y de orígenes cañeros: Arturo Hérviz Reyes, quien quedó en tercer lugar. Curiosamente, esa época fue la mejor para el perredismo a nivel estatal: se ganaron varias alcaldías en el estado (59, si no mal recuerdo), así como algunos distritos locales. También ganaba el PRD con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano la primera jefatura de Gobierno del Distrito Federal (hoy CDMX), colocándolo en la antesala de la Presidencia de la República.
No obstante, el PRD comenzó a sufrir una guerra sucia tanto local como nacional en medios de comunicación. Para el 2000 ya se divulgaba propaganda mala leche diciendo que se avecinaba el comunismo y era casi-casi inminente regreso de los ateos radicales como Tomás Garrido Canabal.
Paralelo a esa campaña, el PRI –se recuerda en lo local– echaba toda la carne al asador para recuperar las alcaldías perdidas en Veracruz, soltando bastante dinero en medios y colocando a sus mejores candidatos.
En el Distrito Federal, parte de esa campaña sucia incluyó el asesinato del popular conductor de televisión Paco Stanley en 1999, con aquella frase lapidaria y tenebrosa del periodista Jacobo Zabludovsky: “Alguien tiene que renunciar”, tirando la calabaza hacia el fundador del PRD y gobernante de la capital del país, Cuauhtémoc Cárdenas.
Si bien parecía que el PRD y los luchadores históricos de izquierda tendrían una oportunidad de llegar por fin a la Presidencia de la República en el 2000, la guerra sucia funcionó y desgraciadamente se atravesó un payaso de ultraderecha con mucho dinero proveniente de grupos empresariales conservadores, llamado Vicente Fox Quesada. (Debe decirse que Fox hizo una campaña que prendió a la banda, contraria al semblante poco carismático de Cuauhtémoc Cárdenas).
Luego el PRD perdería por poquito la elección presidencial del 2006, considerado el segundo fraude electoral en el país, que llevó al panista Felipe Calderón a la Presidencia de México.
Al paso de los años, el control del PRD pasó a un grupo denominado “Los Chuchos” –los burócratas del partido– con elecciones internas muy cuestionadas en 2008, quitándole el poder del partido a los luchadores históricos que lo fundaron en 1989.
Para 2012, el PRD de plano se fue a tercer lugar y “Los Chuchos” avalaron al priísta Enrique Peña Nieto. Luego, un tal Andrés Manuel, el propio Cuauhtémoc y varios más renunciaron en meses posteriores al partido que crearon.
En Veracruz, aunque ya no aportaba mucho electoralmente, debe decirse que para 2004 el PRD todavía tenía fuerza en coaliciones con el PT y Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano); para 2010 volvió a jugar con la misma coalición y el mismo candidato: Dante Delgado Rannauro, quien finalmente perdió las dos veces que intentó la gubernatura, pero sí ganó la elección de senador en 2006, que fue la primera gran derrota del PRI en Veracruz con Pepe Yunes.
De esta manera, el PRD de plano se convirtió en el negocio de una pandilla encabezada por Hérviz y su pupilo Rogelio Franco, sumado a algunas familias como los Condado Escamilla, en Acayucan. Para esos grupos, la mejor época para hacerse millonarios fueron los sexenios de los gobernadores priístas Fidel Herrera (2004-2010) y Javier Duarte (2010-2016), con quienes negociaban de todo: obras, favores, iniciativas en el Congreso, etc.
Para 2016, el PRD en Veracruz estaba no sólo controlado por un grupo muy pequeño, sino que además ya se hablaba de que varios de sus alcaldes y operadores políticos estaban vinculados al crimen organizado, con casos como Tihuatlán o Coatzacoalcos.
Para esos tiempos, quien ya olía la sangre de un PRI maltrecho en Veracruz por las desastrosas administraciones de Fidel y Duarte (sobre todo en el tema financiero y de seguridad) era el neopanista Miguel Ángel Yunes Linares, quien ya veía al PAN y al PRD como los partidos políticos a controlar para hacerse de la gubernatura.
Fue así que Acción Nacional hizo alianza con el desacreditado PRD; muchos decían en ese 2016 que el sol azteca no ayudaría mucho, pero fueron suficientes los 3 puntos de diferencia que aportó a Yunes Linares para que éste ganara la gubernatura por el miniperiodo 2016-2018.
Debe decirse que también fue muy criticado que el PRD (tanto en lo local como en lo nacional) se aliara con el PAN, siendo partidos de ideologías muy opuestas. En el caso de Veracruz incluso se decía que el gran represor del perredismo en la entidad fue Yunes Linares siendo secretario de Gobierno con el gobernador Chirinos, pero eso se les olvidó a los pazguatos que quedaban en el sol azteca.
A pesar de esa ayuda del PRD a Yunes en 2016, algunos perredistas estaban inconformes porque no les dieron cargos en el gobierno estatal, salvo la Secretaría de Gobierno y algunas subsecretarías. Ese fue el mini-pago que les dio Yunes, quien –para variar– tampoco cumplió su promesa de saldar las deudas pendientes del Gobierno de Veracruz a sus alcaldes.
Finalmente el PRD, tanto a nivel nacional como en Veracruz, se desvanecía: comenzaron a perder distritos, alcaldías y se fue reduciendo su influencia. Su gran debacle fue en 2018, cuando de plano perdió algunos de los últimos estados que conservaba, incluida la CDMX. También perdieron la Presidencia de México con el fallido candidato Ricardo Anaya.
El causante de todo fue un partido nuevo: Morena, que enarbolaba la bandera de izquierda que alguna vez tuvo el sol azteca.
En 2021, perdió su último bastión: Michoacán. El PRD se convertía, ahora sí, en un cascarón.
El pasado 2 de junio, el PRD no alcanzó los números para mantener su registro como partido político. Hace apenas unas horas, se dio a conocer que la Unidad Técnica de Fiscalización del Instituto Electoral Nacional (INE) envió oficio al partido amarillo en el que le informa que entró en la “fase de prevención” para su liquidación. Sus históricas oficinas ubicadas en Benjamín Franklin 84, colonia Escandón, este lunes comenzaron a ser desalojadas.
Es el fin de toda una era, de un partido que ya no lo era. Terminó extinto de la peor manera: aliado a sus enemigos históricos, sin liderazgos que valgan la pena rescatar y sepultado por otro partido creado por uno de sus fundadores: López Obrador.
Y así, el sol se extinguió con apenas 35 años de existencia, cuando se supone que pudo durar décadas en el plano político nacional.
ÚNICA NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: El gobernador Cuitláhuac García Jiménez informó que hará recorridos de supervisión e inauguraciones por las obras que están por concluir, pues tiene que constatar que vayan en tiempo y forma, y con la calidad que deben tener, antes de dar a conocer si se sumará o no al gabinete de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum… “Tengo muchas cosas que estoy haciendo, quiero acelerar, estamos trabajando. Fui a supervisar el inicio del colado de los bunkers para el Centro de Cancerología; voy a revisar la segunda etapa del hospital de Nautla, el hospital de Naranjos y varios centros de salud”, dijo este lunes en conferencia de prensa… Dentro de las obras a supervisar también se encuentran inmuebles deportivos como el Nido Halcón y el Pirata Fuente, además de las instalaciones del nuevo Acuario de Veracruz. En el tema de infraestructura y obra pública destacan el Puente El Maguey. Asimismo, supervisará las carreteras Texactepec y Zontecomatlán-Ilamatlán; el libramiento y distribuidor de Sayula y Coatzacoalcos-Villa Allende; el tercer muelle del puerto de Coatzacoalcos, así como obras en Tuxpan y Pánuco… Por cierto, se rumora que García Jiménez podría asumir la Secretaría de Energía, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes o hasta la Comisión Nacional del Agua, cuya sede nacional está en Xalapa.
El Diccionario de la Real Academia Española, hace alusión al vocablo SINDICALISMO como el sistema de organización obrera que se basa en los sindicatos, así como el movimiento social que se apoya en él.
La RAE define el término SINDICATO como una asociación de trabajadores que se constituye para defender y promover los intereses profesionales, económicos o sociales de sus miembros; asimismo, establece que éste término es utilizado regularmente para referirse a asociaciones obreras. Por otra parte, la palabra SINDICALISTA, se refiere a un miembro de un sindicato de trabajadores.
El concepto TRABAJADOR, hace alusión a la persona que tiene un trabajo retribuido, y un SERVIDOR PÚBLICO es la persona que desempeña un cargo comisión o empleo en el sector público, y que, asimismo, se encuentra subordinada al Estado. Cabe señalar que todos los Servidores Públicos sin excepción deben desempeñar sus funciones con apego a los principios de legalidad, lealtad, honradez, imparcialidad, así como eficiencia.
A lo largo de la historia y que no es tan reciente, el sindicalismo mexicano se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, cuando los trabajadores inicialmente empiezan a organizarse con el firme propósito de oponerse a las condiciones paupérrimas que prevalecían en los centros de trabajo y que de manera unilateral y absolutamente arbitraria postulaban los dueños de las minas, talleres y fábricas y que tenían que ver y estar inmiscuidos con la jornada de trabajo, las tarifas y percepciones (salarios), así como el comportamiento e incluso con la moral de los trabajadores, algo inaudito hoy en día.
Quienes integraban la clase trabajadora, la constituían obreros de fábricas textiles, mineros trabajadores de las industrias del tabaco, azúcar henequén, café, así como los artesanos de las ciudades.
En ese entonces, como era de esperarse, las condiciones laborales, eran muy precarias, con jornadas de trabajo agotadoras de 14 y hasta 16 horas diarias, e incluso hasta más horas; salarios bajísimos y al arbitrio del patrón; en muchas ocasiones era común que los malos tratos llegaran incluso a los golpes, pésimas condiciones de higiene y seguridad en los núcleos de trabajo y aunado a ello, una total inexistencia de normatividad laboral que resguardara y protegiera a la clase trabajadora.
Al arribo del poder de Porfirio Díaz, las nacientes organizaciones obreras fueron despiadadamente reprimidas al grado tal de que muchísimas de ellas, desaparecieron en forma total sin dejar resquicio alguno. Ello a la postre dio la pauta para el nacimiento del incipiente movimiento obrero.
En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se reconoce y plasma el derecho de los obreros y de los empresarios para coaligarse en defensa de sus intereses, ya sea en sindicatos, asociaciones profesionales u otro tipo de agrupaciones, acorde con lo señalado en la fracción XVI del apartado A del artículo 123 constitucional.
Es importante señalar que el artículo 356 de la vigente Ley Federal del Trabajo, expresamente señala que el sindicato es la “asociación de trabajadores o patrones, constituida para el estudio, mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses.
Tanto el Sindicato como el Contrato Colectivo representan 2 de las más importantes figuras correspondientes al Derecho Laboral, mismas que otorgan a los trabajadores seguridad en la defensa de sus derechos y la obtención y adquisición de mejores condiciones de trabajo en la relación obrero-patronal.
CONTINUARÀ PARTE 2
NOTA:
Es oportuno señalar que el día de hoy, jueves 17 de octubre, en punto de las 18:00 horas, quienes integran el Sindicato PROFISSPEV y sus agremiados, estarán festejando el día del EMPLEADO en el Gran Hotel Xalapa (Salón Gobernadores), ubicado en la calle Victoria No. 163 de esta ciudad de Xalapa, agradeciendo de antemano a todos quienes hacen posible este convivio con sus apoyos generosos y desde luego, a TODO el Comité que integra el referido Sindicato.
pamar0712@hotmail.com
@pamar07
Cel. 2288556210
EL SINDICALISMO EN MEXICO…
Por:
Banquillo Político Severo Francisco Nar Morales
El Diccionario de la Real Academia Española, hace alusión al vocablo SINDICALISMO como el sistema de organización obrera que se basa en los sindicatos, así como el movimiento social que se apoya en él.
La RAE define el término SINDICATO como una asociación de trabajadores que se constituye para defender y promover los intereses profesionales, económicos o sociales de sus miembros; asimismo, establece que éste término es utilizado regularmente para referirse a asociaciones obreras. Por otra parte, la palabra SINDICALISTA, se refiere a un miembro de un sindicato de trabajadores.
El concepto TRABAJADOR, hace alusión a la persona que tiene un trabajo retribuido, y un SERVIDOR PÚBLICO es la persona que desempeña un cargo comisión o empleo en el sector público, y que, asimismo, se encuentra subordinada al Estado. Cabe señalar que todos los Servidores Públicos sin excepción deben desempeñar sus funciones con apego a los principios de legalidad, lealtad, honradez, imparcialidad, así como eficiencia.
A lo largo de la historia y que no es tan reciente, el sindicalismo mexicano se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, cuando los trabajadores inicialmente empiezan a organizarse con el firme propósito de oponerse a las condiciones paupérrimas que prevalecían en los centros de trabajo y que de manera unilateral y absolutamente arbitraria postulaban los dueños de las minas, talleres y fábricas y que tenían que ver y estar inmiscuidos con la jornada de trabajo, las tarifas y percepciones (salarios), así como el comportamiento e incluso con la moral de los trabajadores, algo inaudito hoy en día.
Quienes integraban la clase trabajadora, la constituían obreros de fábricas textiles, mineros trabajadores de las industrias del tabaco, azúcar henequén, café, así como los artesanos de las ciudades.
En ese entonces, como era de esperarse, las condiciones laborales, eran muy precarias, con jornadas de trabajo agotadoras de 14 y hasta 16 horas diarias, e incluso hasta más horas; salarios bajísimos y al arbitrio del patrón; en muchas ocasiones era común que los malos tratos llegaran incluso a los golpes, pésimas condiciones de higiene y seguridad en los núcleos de trabajo y aunado a ello, una total inexistencia de normatividad laboral que resguardara y protegiera a la clase trabajadora.
Al arribo del poder de Porfirio Díaz, las nacientes organizaciones obreras fueron despiadadamente reprimidas al grado tal de que muchísimas de ellas, desaparecieron en forma total sin dejar resquicio alguno. Ello a la postre dio la pauta para el nacimiento del incipiente movimiento obrero.
En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se reconoce y plasma el derecho de los obreros y de los empresarios para coaligarse en defensa de sus intereses, ya sea en sindicatos, asociaciones profesionales u otro tipo de agrupaciones, acorde con lo señalado en la fracción XVI del apartado A del artículo 123 constitucional.
Es importante señalar que el artículo 356 de la vigente Ley Federal del Trabajo, expresamente señala que el sindicato es la “asociación de trabajadores o patrones, constituida para el estudio, mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses.
Tanto el Sindicato como el Contrato Colectivo representan 2 de las más importantes figuras correspondientes al Derecho Laboral, mismas que otorgan a los trabajadores seguridad en la defensa de sus derechos y la obtención y adquisición de mejores condiciones de trabajo en la relación obrero-patronal.
CONTINUARÀ PARTE 2
NOTA:
Es oportuno señalar que el día de hoy, jueves 17 de octubre, en punto de las 18:00 horas, quienes integran el Sindicato PROFISSPEV y sus agremiados, estarán festejando el día del EMPLEADO en el Gran Hotel Xalapa (Salón Gobernadores), ubicado en la calle Victoria No. 163 de esta ciudad de Xalapa, agradeciendo de antemano a todos quienes hacen posible este convivio con sus apoyos generosos y desde luego, a TODO el Comité que integra el referido Sindicato.