¿Cómo se deciden MC, PT y Verde?¿Cómo regula el INE la vida interna de los partidos?
Por Nancy Gómez
Para: SinEmbargo
En apariencia, MC, PT y Verde sostienen que sus dirigencias se renuevan cada tres, cuatro o seis años, según sea el caso, pero en la realidad son perfiles particulares quienes manejan cada organización política. En el caso de MC, Dante Delgado ha sabido permanecer en la dirigencia desde 2002, con alternancias simuladas; en el PT, Alberto Anaya es el presidente nacional desde su fundación; y en el Verde, Jorge Emilio González Martínez, también conocido como “el niño verde”.
Ciudad de México,.- ¿Cómo se deciden las dirigencias de los partidos Movimiento Ciudadano (MC), del Trabajo (PT) y del Verde Ecologista de México (PVEM)?, ¿hacen asambleas o quienes eligen las presidencias nacionales? En apariencia, estos partidos minoritarios tienen definidos los períodos de sus dirigencias y presumen lo democrático de sus procesos pero en realidad hay “líderes vitalicios” que se han mantenido al frente desde hace años.
Tal es el caso de Dante Delgado en Movimiento Ciudadano, de AlbertoAnaya en el Partido del Trabajo y de Jorge Emilio Gonzalez Martínez dentro del Partido Verde, de este último, su mando se evidenció el pasado 2 de junio cuando fue captado mientras celebraba los votos que alcanzó dicho partido junto a Morena.
Y en todo esto, ¿cómo regula el Instituto Nacional Electoral (INE) la vida interna de cada organización política?
El Instituto avala los estatutos de cada partido, documentos donde se establecen sus procedimiento para elegir y renovar las dirigencias; además, es el órgano encargado de vigilar que se cumplan sus documentos básicos (estatutos, declaración de principios y programas de acción), y garantiza que las asambleas, congresos o consejos nacionales, según se llamen, sean realizados democráticamente.
En cuanto al Consejo General del Instituto vigila que las actividades de los partidos se desarrollen con apego a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales y la Ley General de Partidos Políticos, y cumplan con sus obligaciones. Otra atribución es lo relativo a las prerrogativas de cada organismo político.
No obstante, pese a todo esto que puede vigilar el INE, estos “líderes vitalicios” han logrado sobrevivir organizativamente y competir en diversos procesos electorales tras bambalinas.
EL PROFE ANAYA EN EL PT
El Partido del Trabajo está presente en la arena política desde 1990, es decir, tienen 34 años dentro del sistema partidario mexicano y gracias a las alianzas en las cuales se ha integrado, puede presumir que sus siglas han llegado, incluso, al Poder Ejecutivo. De todo ese periodo, Alberto Anaya Gutiérrez ha sido su presidente nacional por 33 años, es decir, el único dirigente.
¿Cómo se ha justificado esto si en sus estatutos establece que el cargo es por seis años?
La historia del PT se remonta al 8 de diciembre de 1990 cuando varias organizaciones acordaron su fundación. En las elecciones de 1991, el Partido del Trabajo apareció por primera vez en las boletas electorales y obtuvo 270 mil votos con los que no alcanzó el 1.5 por ciento de la votación para conservar el registro. Pero inició un segundo proceso y tras cumplir los requisitos, obtuvo su registro como partido político nacional el 13 de enero de 1993, ante el entonces Instituto Federal Electoral, hoy INE.
Sus fundadores fueron Alberto Anaya Gutiérrez, Gonzalo Yáñez, María Guadalupe Rodríguez, Pedro Vázquez González y Ricardo Cantú Garza, pero quien permanece es el“Profe” Anaya, como se le conoce al actual dirigente.
La justificación a estos 33 años de dirigencia es que la dirección Colegiada lo ha mantenido como líder, y aunque no recibe sueldo al ejercer la dirección de manera honorífica, el PT tiene 457 mil afiliados, cuenta con espacios en el Congreso y con un financiamiento del INE por más de 400 millones de pesos anuales.
El presidente del PT con AMLO, durante una conferencia en 2012 para denunciar la compra de votos en la elección presidencial. Foto: Cuartoscuro
En sus estatutos, particularmente en los artículos 10, 24 y 26, señalan que la duración de los órganos ejecutivos, tanto los integrantes de la Comisión Ejecutiva Nacional como de la Comisión Coordinadora Nacional, duran en el encargo seis años, cuando realizan un Congreso Nacional para definir los puestos:
“La renovación y elección de las y los integrantes de los Órganos Directivos y demás Órganos del Partido, se realizará a través del Congreso respectivo, cada seis años, de manera ordinaria”, esto con posibilidad de reelección inmediata a su periodo para aquellos que “se hayan distinguido por su lealtad a los principios del Partido, honorabilidad, competencia y por sus méritos personales”.
Pero Alberto Anaya Gutiérrez ya superó por mucho esos 12 años posibles. El diputado petista Benjamín Robles ha dicho que los delegados lo eligen por ser “muy sabio, un ícono, el dirigente de izquierda más importante de este país”. En cuanto a su carrera política, también ha sido diputado y senador pero nunca por voto directo, sino por la vía plurinominal; y aunque los padrinos políticos del PT fueron Raúl y Carlos Salinas de Gortari, fue con Cuauhtémoc Cárdenas en las elecciones presidenciales del 2000, tras el fraude del 88, y con López Obrador en el 2006, 2012 y en el 2018.
EL CACIQUE DE MC
En Movimiento Ciudadano, el dirigente máximo es Dante Delgado. El origen de este partido se remonta a Convergencia que obtuvo su registro en 1999; ese mismo año, se llevó a cabo la primera dirigencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), encabezada por el mismo Dante Delgado Rannuro, quien mantuvo el poder hasta 2011, y Enrique Herrera Bruqueta, secretario general hasta 2001.
El 21 de junio de ese 2011, durante la segunda Asamblea Nacional Extraordinaria de Convergencia, los 586 delegados aprobaron las modificaciones de fondo a la documentación para modificar el nombre a Movimiento Ciudadano. El INE validó dichas reformas y 10 días después la resolución apareció en el Diario Oficial de la Federación, lo que oficializó el cambio.
El primer dirigente nacional ya como MC y quien únicamente duró un año en el cargo, fue Luis Walton Aburto; luego, de 2012 a 2018 regresó Dante Delgado; de 2018 al 2021, sólo tres años, el presidente fue Clemente Castañeda, y de esa fecha a la actualidad, volvió Delgado Rannauro, quien cumplirá 25 años en la dirigencia, con un gran peso en la toma de decisiones y en la selección de candidatos en cada elección federal.
Este líder vitalicio de MC ha tenido astucia para negociar, lo que se refleja en las alianzas concretadas como con el PRD en 2000, 2006 y 2012, y luego con el PAN en 2018; aunque sin el PRIAN en 2024, demostrando que puede mantener su registro sin aliados.
Dante Delgado. Foto: Daniel Augusto, Cuartoscuro
Sobre sus estatutos y lo relacionado a la dirigencia, el mandato que estipula es de tres años con la posibilidad de reelegirse en un solo periodo consecutivo; en el artículo 14 dice:
“La Convención Nacional Democrática se reunirá cada tres años… le corresponde: b) elegir a la Presidencia y la Secretaría Técnica del Consejo Nacional, así como a cien personas integrantes numerarias del Consejo”. Y en artículo 96 establece lo de la reelección: “las personas que ocupen el cargo de presidenta o presidente, secretaria o secretario técnico del Consejo Nacional y de los Consejos Estatales sólo podrán ser electas por un periodo consecutivo igual”.
Entonces, pese a lo que marquen sus documentos básicos, con base en la historia tanto de MC como del PT, las reelecciones de Alberto Anaya y Dante Delgado han sido recurrentes.
DETRÁS DEL VERDE
El Partido Verde tiene su origen en 1986 pero fue hasta cinco años después, el 9 de febrero 1991, cuando obtuvo por primera ocasión su registro condicionado y cambió a su nombre actual, Partido Verde Ecologista de México. En esa ocasión no obtuvo los votos suficientes para conservarlo pero en 1993, después de 167 asambleas constitutivas y la constancia de 86 mil afiliados, lo recuperó para participar en las elecciones federales del 94, cuando postuló como candidato a Jorge González Torres, uno de sus fundadores.
Y precisamente es la familia de González Torres, hasta la fecha, la que ha sido señalada de estar detrás de esta organización política, de administrar como un negocio familiar y patrimonialista; actualmente es Jorge Emilio González Martínez, el hijo del primer candidato, quien maneja los hilos del Verde.
Gonzalez Martínez se mantuvo fuera del foco a causa de su salud, no obstante la prensa ha consignado desde tiempo atrás cómo junto a Manuel Velasco y Arturo Escobar de la Vega, “el Niño Verde” mantiene su liderazgo dentro del Partido Verde.
En público, Arturo Escobar, Jesús Sesma y Karen Castrejón son los que han dado la cara como dirigentes del partido pero es el hijo del fundador quien ha mantenido el control pese a su controvertida trayectoria, en la que no han faltado escándalos.
Jorge Emilio González Martínez es el rostro del PVEM. Foto: Iván Stephens, Cuartoscuro.
En cuanto al partido, el Verde ha hecho alianzas oportunistas, primero con el PRI de 2003 a 2018 y ahora con Morena, con quien en las elecciones pasadas del 2 de junio obtuvieron 4 millones 677 mil 057 votos, más que el otro partido aliado, el PT; y con la gubernatura de San Luis Potosí desde 2021.
Sobre los estatutos, el PVEM no estipula un mandato claro la duración de la dirigencia. En el artículo 12 establece que la Asamblea Nacional Ordinaria, el máximo órgano de decisiones del partido, se reunirá cada seis años, por lo cual se sobreentiende la misma temporalidad para los presidentes nacionales.
Y en cuanto a la reelección de éstos, no hay mención alguna al respecto, lo que no es de extrañar recordando que Jorge González Torres estuvo al frente del partido ocho años (de 1993 a 2001), para luego darle paso a su hijo “el Niño Verde”, quien oficialmente lo presidió de 2001 a 2011.
El legado de Ernesto Zedillo. * Actualización de pasivos a febrero de 2025. Foto Fuente IPAB y Hacienda
No fue un informe, sino una confirmación. Alejandro #GertzTorero confirmó la sabida tortuguez de su gestión al frente de la Fiscalía General de la República (FGR) y su pretenciosa disposición «técnica» para acomodar la retórica legalista a las necesidades políticas del momento. Nada relevante reveló, pero sí convalidó lo previamente perfilado: no hubo hornos crematorios, el rancho Izaguirre no fue centro de exterminio, sino (solamente) de capacitación y adiestramiento de personas integradas a cárteles delictivos.
Eso sí, dudas y tardanzas por doquier. Todo cabe en el jarrito de lo «pericial» (vocablos salvadores de circunstancia en boca del fiscal: «periciar», «periciado»; su invocación por sí misma hace suponer al pronunciante que toda pregunta, desconfianza o reparo ha de rendirse ante el halo seudocientífico de aquellos términos y ante el aire murillokaramesco, entre «bonachón» y «comprensivo», del sumo sacerdote ritualista del estado de derecho refulgente e indeformable).
La nave investigadora gertziana apunta, según lo visto ayer, a un aterrizaje sin sobresaltos mayores en la planicie municipal de Teuchitlán, sus policías y autoridades; tal vez algunos implicados regionales y otros a nivel de administraciones estatales. Enrique Alfaro, por lo que se ha dejado percibir, puede seguir adelante en España con sus estudios para ser director técnico de equipos de futbol profesional, la mira puesta en Chivas. Pablo Lemus, el actual gobernante naranja, nada de a muertito, tratando de que los proyectiles federales no afecten a la élite jalisciense, acaso preparándose para dar paso concertado al guinda en próximas elecciones. Y, desde luego, las autoridades federales, con la FGR a la cabeza, nunca enteradas, sin responsabilidad alguna, flotantes.
La respuesta de quienes en Jalisco buscan a sus desaparecidos ha sido contundente: Gertz miente y está distanciando a la presidenta Sheinbaum de la auténtica causa de las buscadoras, señalaron en comunicado. Aseguran que el responsable de la FGR ha maniobrado para eludir, esconder y deteriorar pruebas e indicios. Es decir, confirman lo que ha sido la larga historia de quien ahora es fiscal federal.
Astillas
Que nadie se queje de la tardanza en devolver impuestos o hacer ajustes fiscales, pues el cardenal emérito Norberto Rivera acaba de conseguir casi un milagro: que, por orden de un juez, el gobierno de la Ciudad de México le restituya un millón y casi 400 mil pesos correspondientes al pago de derechos de inscripción ante el Registro Público de la Propiedad (RPP) y el impuesto sobre adquisición de inmuebles (ISAI) por la compraventa de dos departamentos (10 millones de pesos, el precio de cada cual) en la lujosa y controvertida Torre Residencial Mitikah. El cardenal Rivera, siempre en noticias relacionadas con los poderes político y económico… Donald Trump sigue en el vaivén de los aranceles. Ya anuncia unos, ya quita otros; ya agrava ciertos rubros, ya suaviza otros más. Ayer tocó el turno a México en cuanto a imposiciones en materia de vehículos automotores y en acero y aluminio. El «negocio» del multimillonario tóxico es amagar, empujar y luego ir negociando. Sobre todo ahora que en Estados Unidos va a la baja su popularidad a causa de sus políticas económicas contraproducentes… Hay declaraciones de directivos del Partido del Trabajo que abren la posibilidad de rupturas o cuando menos distanciamientos respecto a Morena, según eso por la desatención o franco desdén de la aplanadora guinda hacia un socio menor, pero persistente. Una expresión de tales turbulencias se produjo en un acto reciente del PT al que asistió quien fue su carta presidencial, Gerardo Fernández Noroña, quien nunca se afilió a aquel partido pero sí, recientemente, a Morena. Hay versiones de que el cacicazgo de Alberto Anaya ha ido perdiendo fuerza en el control del PT y ahora hay aspirantes a establecer nuevas fórmulas y alianzas… ¡Hasta mañana!
El legado de Ernesto Zedillo
Por: Julio Hernandez Lopez
Astillero Julio Hernández López
El legado de Ernesto Zedillo. * Actualización de pasivos a febrero de 2025. Foto Fuente IPAB y Hacienda
No fue un informe, sino una confirmación. Alejandro #GertzTorero confirmó la sabida tortuguez de su gestión al frente de la Fiscalía General de la República (FGR) y su pretenciosa disposición «técnica» para acomodar la retórica legalista a las necesidades políticas del momento. Nada relevante reveló, pero sí convalidó lo previamente perfilado: no hubo hornos crematorios, el rancho Izaguirre no fue centro de exterminio, sino (solamente) de capacitación y adiestramiento de personas integradas a cárteles delictivos.
Eso sí, dudas y tardanzas por doquier. Todo cabe en el jarrito de lo «pericial» (vocablos salvadores de circunstancia en boca del fiscal: «periciar», «periciado»; su invocación por sí misma hace suponer al pronunciante que toda pregunta, desconfianza o reparo ha de rendirse ante el halo seudocientífico de aquellos términos y ante el aire murillokaramesco, entre «bonachón» y «comprensivo», del sumo sacerdote ritualista del estado de derecho refulgente e indeformable).
La nave investigadora gertziana apunta, según lo visto ayer, a un aterrizaje sin sobresaltos mayores en la planicie municipal de Teuchitlán, sus policías y autoridades; tal vez algunos implicados regionales y otros a nivel de administraciones estatales. Enrique Alfaro, por lo que se ha dejado percibir, puede seguir adelante en España con sus estudios para ser director técnico de equipos de futbol profesional, la mira puesta en Chivas. Pablo Lemus, el actual gobernante naranja, nada de a muertito, tratando de que los proyectiles federales no afecten a la élite jalisciense, acaso preparándose para dar paso concertado al guinda en próximas elecciones. Y, desde luego, las autoridades federales, con la FGR a la cabeza, nunca enteradas, sin responsabilidad alguna, flotantes.
La respuesta de quienes en Jalisco buscan a sus desaparecidos ha sido contundente: Gertz miente y está distanciando a la presidenta Sheinbaum de la auténtica causa de las buscadoras, señalaron en comunicado. Aseguran que el responsable de la FGR ha maniobrado para eludir, esconder y deteriorar pruebas e indicios. Es decir, confirman lo que ha sido la larga historia de quien ahora es fiscal federal.
Astillas
Que nadie se queje de la tardanza en devolver impuestos o hacer ajustes fiscales, pues el cardenal emérito Norberto Rivera acaba de conseguir casi un milagro: que, por orden de un juez, el gobierno de la Ciudad de México le restituya un millón y casi 400 mil pesos correspondientes al pago de derechos de inscripción ante el Registro Público de la Propiedad (RPP) y el impuesto sobre adquisición de inmuebles (ISAI) por la compraventa de dos departamentos (10 millones de pesos, el precio de cada cual) en la lujosa y controvertida Torre Residencial Mitikah. El cardenal Rivera, siempre en noticias relacionadas con los poderes político y económico… Donald Trump sigue en el vaivén de los aranceles. Ya anuncia unos, ya quita otros; ya agrava ciertos rubros, ya suaviza otros más. Ayer tocó el turno a México en cuanto a imposiciones en materia de vehículos automotores y en acero y aluminio. El «negocio» del multimillonario tóxico es amagar, empujar y luego ir negociando. Sobre todo ahora que en Estados Unidos va a la baja su popularidad a causa de sus políticas económicas contraproducentes… Hay declaraciones de directivos del Partido del Trabajo que abren la posibilidad de rupturas o cuando menos distanciamientos respecto a Morena, según eso por la desatención o franco desdén de la aplanadora guinda hacia un socio menor, pero persistente. Una expresión de tales turbulencias se produjo en un acto reciente del PT al que asistió quien fue su carta presidencial, Gerardo Fernández Noroña, quien nunca se afilió a aquel partido pero sí, recientemente, a Morena. Hay versiones de que el cacicazgo de Alberto Anaya ha ido perdiendo fuerza en el control del PT y ahora hay aspirantes a establecer nuevas fórmulas y alianzas… ¡Hasta mañana!