Fondo soberano de Noruega, el más grande del planeta, decidió quitar todas sus inversiones en renta fija que tenía en Pemex por alto riesgo de corrupción, y así respondió la petrolera más endeudada de México

CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- Aunque México logró conservar su calificación crediticia en BBB- con perspectiva estable, Fitch Ratings advierte que el panorama está lejos de ser tranquilizador. La agencia considera que Pemex podría comprometer el perfil crediticio del país. A esto se suma la proyección de la caída de la economía y la presión fiscal. 

Durante su intervención en el podcast “Norte Económico”, del Grupo Financiero Banorte, el codirector de la División de Soberanos de las Américas en Fitch, Todd Martínez, expuso la situación que enfrenta el país: «Hay mucho por preocuparse ahora en México”. Los riesgos para la economía nacional no sólo provienen del exterior.

Internamente, hay señales preocupantes. Uno de los puntos más delicados que Fitch sigue de cerca es el deterioro progresivo de Pemex, cuya situación financiera se describe como un “ciclo vicioso”.

La paraestatal enfrenta una combinación letal, desde operaciones frágiles, pérdidas abultadas, endeudamiento con bancos y proveedores, caída en la producción y una insistente apuesta por la refinación, un segmento que, según la propia agencia, «es donde más pierde dinero».

«Eso hace muy dependiente a Pemex del apoyo del gobierno, a través de reducción en su carga de impuestos y también por transferencias directas a otros mecanismos (…). Y eso significa que el problema de Pemex poco a poco está migrando a la hoja de balance del gobierno», dijo.