
Frentes Políticos Editorial Excélsior 04 de junio de 2025
1. ¿Rifa del tigre? El indígena mixteco Hugo Aguilar Ortiz será el próximo ministro presidente de la SCJN. ¿Quién lo hubiera dicho? Ni Lenia Batres ni Yasmín Esquivel ni Loretta Ortiz, con todo y toga, lograron alcanzarlo. De acuerdo con Guadalupe Taddei, consejera presidenta del INE, la Constitución es muy clara. No se trata de un tema de género, sino de acatar lo que la Carta Magna dice: la presidencia de la Corte será para quien obtenga la mayoría de los votos. El dato es fulminante, pese a que la presidenta Claudia Sheinbaum había aventado la bolita al INE al decir que, “todavía no se sabía si era mujer u hombre” quien presidiría al máximo tribunal. Aguilar Ortiz es el ganador. Ahora, a trabajar por el país.
2. Cumplidores. Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum celebró los 13 millones de votos como un logro democrático y Guadalupe Taddei defendió la legitimidad del proceso, Durango hizo lo suyo y más, lideró la elección judicial con casi 25% de participación. Esteban Villegas, gobernador estatal, no escondió el orgullo. En un país donde el promedio fue de 12%, Durango duplicó el entusiasmo. Ni la boleta confusa ni el escepticismo detuvieron a la ciudadanía. Aquí no hubo acarreo, hubo voluntad. Tomen nota en el centro, Durango vota y responde.
4. Región enferma. La Cuenca del Sureste, donde Rocío Nahle dejó su sello petrolero cuando fue titular de Energía y hoy mandamás en Veracruz, Layda Sansores gobierna desde Campeche; Eduardo Ramírez desde Chiapas, y Javier Rodríguez May en Tabasco, se ha convertido en una zona de sacrificio para mujeres embarazadas y recién nacidos. El flaring, o quema de gas fósil, está vinculado con malformaciones, partos prematuros y enfermedades crónicas. ¿La respuesta? Complicidad o silencio. En Paraíso, Tabasco, hay escuelas junto a refinerías y bebés naciendo a los siete meses. Eso no es progreso.
5. Ternuritas. José Elías Lixa, del PAN, exige una “urgente” reforma para evitar que en 2027 se repita la elección judicial. Dice que el modelo fue “rechazado” por la ciudadanía, aunque no dice que su partido obtuvo menos votos en 2024 que los emitidos el domingo. Lamenta el abstencionismo, pero ignora que fue su bancada y su líder Jorge Romero, quienes no supieron convocar ni entusiasmar. Acusa “acordeones”, pero la narrativa es simple, si pierdo, es fraude. Si gano, es democracia. Claudia Sheinbaum y Guadalupe Taddei ya están jugando 2027, pero con estrategia… no con excusas.