De Andy a Andrés Manuel López Beltrán: la carrera por el nombre y legado de AMLO
Expertos consideran que el hijo del expresidente busca aglutinar al obradorismo luego del retiro de su padre, aunque coinciden en que todavía le falta experiencia, trayectoria y dar resultados.
“Yo me llamó Andrés Manuel López Beltrán y mi más grande orgullo es llamarme como el mejor presidente que ha tenido este país. El llamarme ‘Andy’ es demeritar eso, quitarme ese legado, quitarme ese nombre”, aseguró el morenista de 39 años el pasado 5 de junio.
En su reciente incursión en la política, López Beltrán tiene prisa para hacerse de un «nombre propio», posicionarse como el heredero del expresidente y demostrar que, bajo su liderazgo, Morena puede crecer electoralmente.
Sin embargo, analistas políticos afirman que López Beltrán tiene un largo camino por recorrer y que, aunque le ayuda, no basta con llamarse Andrés Manuel para ocupar el espacio que dejó su padre y perfilarse como candidato, pues las carreras se hacen con resultados.
Mario Ramírez, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, explica que a ocho meses de incursionar oficialmente en la política como secretario de Organización en Morena, López Beltrán busca ser quien aglutine al obradorismo.
“El obradorismo quedó sin una figura líder porque los obradoristas de hueso colorado no ven a Claudia como la continuidad del proyecto», señala el especialista.
«Quiere capitalizar eso a partir del nombre de su padre, por eso pide: no me llamen ‘Andy’. Quiere marcar el parteaguas de que ahora es el político, el adulto que puede ir ocupando este espacio que ha dejado su papá”.
López Beltrán no debutó en la política con el retiro de su padre, aunque nunca había ocupado un cargo partidista ni se había expuesto mediáticamente.
El politólogo egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, donde también estudió su padre, convivió de cerca con la política desde niño y una de sus más importantes responsabilidades vino con la tercera carrera presidencial de López Obrador: fue uno de los encargados de los comités de promoción y defensa del voto en la Ciudad de México.

El propio López Obrador reveló antes de su retiro que llegó un acuerdo con sus hijos: no ocupar ningún cargo público mientras él fuera presidente.
«Tengo que agradecerles mucho a mis hijos grandes porque desde hace tiempo tenemos el compromiso: mientras yo esté en activo, ningún cargo para ellos… y no deben tampoco desarrollarse a la sombra de lo que por circunstancias fue el papá, cada quien tiene que abrirse camino, salir adelante”, dijo en septiembre de 2023, un año antes de dejar el cargo.
Aldo Muñoz Armenta, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México, ve en este último consejo, la decisión de López Beltrán de pedir públicamente que ya no le llamen ‘Andy’.
“Llamarle ‘Andy’ implica algo como ‘no tienes mérito propio, tú eres un heredero’, entonces él está más bien diciendo: ‘no, sí tengo nombre propio y me estoy ganando mi lugar por mis propios méritos’. Sin embargo, la percepción es que sus alcances políticos son resultado de una herencia. Él, al decir ‘llámenme por mi nombre’ trata de decir ‘yo tengo mi propio nombre y voy a hacer mi propio legado, voy a construir mi propio legado», asegura el especialista.
‘A los políticos se les reconoce por sus resultados’
Los primeros resultados para López Beltrán como secretario de Organización de Morena no fueron favorables para el partido que fundó su padre.
En los comicios estatales de Durango y Veracruz el partido guinda perdió 20 municipios en ambas entidades (16 en Veracruz y cuatro en Durango) y la meta de 10 millones de afiliados aún no está cumplida.
Las elecciones locales del pasado 1 junio fueron la antesala para los comicios intermedios de 2027, cuando se renovarán 16 gubernaturas, de las cuales 13 son encabezadas por Morena. Serán las primeras elecciones federales sin la figura de López Obrador.
En septiembre de 2024, López Beltrán fue nombrado secretario de Organización de Morena, por lo que se encarga de la actividad territorial de ese partido, entre otras funciones, es decir, maneja el Padrón Nacional de «Protagonistas de Cambio Verdadero».
El también fundador y propietario mayoritario de «Finca Rocío», una empresa chocolatera artesanal nombrada en honor a su madre fallecida, “heredó” un partido que gobierna la presidencia del país, encabeza 24 estados y controla el Poder Legislativo y a poco el Judicial.
El politólogo Bernardino Esparza considera que López Beltrán no atinó con la estrategia político-electoral en ambas entidades.
Al ser secretario de Organización de Morena, observa el especialista, debía tener acuerdos, convenios y pláticas con todos los operadores políticos de Veracruz y Durango para conformar una estrategia más “efectiva.
“Yo creo que el Secretario de Organización, por lo que se ha visto con estos resultados, no ha realizado bien un tipo de estrategia, justamente que tenga esa mayoría que viene teniendo en ese momento Morena, no como lo hemos visto, desde que llegó Andrés Manuel López Obrador”, señala.
Entre los principales municipios que perdió Morena en comparación con las elecciones de 2022 son: Poza Rica, la cual la fue arrebatada por el emecista Emilio Olvera, y Orizaba, que fue obtenida por el PRI.
También perdieron los dos municipios donde fueron asesinados sus candidatos: Coxquihui y Texistepec. En el primero, Ramón Valencia suplió a su padre Germán Anuar Valencia, quien fue asesinado al arrancar su campaña el 29 de abril. En el segundo, Gladiola Ambrosio Gabriel sustituyó a Yesenia Lara, quien fue asesinada el 11 de mayo en pleno recorrido de campaña.
En Durango, Morena pasará de gobernar 20 a 16 municipios, por lo que perdió cuatro ayuntamientos. Ello, pese a que Andrés Manuel López Beltrán se fue a vivir al estado para coordinar personalmente el proceso electoral. En el estado, Morena pasó de tener 26.1% de los votos al 24.8%.
En esta entidad, Morena perdió el municipio de Tlahualilo, el cual lo obtuvo el emecista Alfredo Hernández, así como Cuencamé, Mapimí y Nazas, que fueron ganados por el partido local Unidad y Grandeza.
Bernardino Esparzal, quien también es académico de la Universidad La Salle, plantea que estos resultados también son responsabilidad de la presidenta de Morena, Luisa María Alcalde, y no sólo de López Beltrán.
Para las elecciones de 2027, subraya, el hijo del expresidente debe reconfiguar su estrategia y adquirir mayor experiencia si quiere mejorar los resultados de Morena.
“Durante muchos años no tuvo ningún cargo de responsabilidad en ningún partido político. Digamos que está pagando la primera novatada con el resultado. No es lo mismo estar afuera, que el mando, la dirección y tomar decisiones para realmente lograr resultados”, enfatiza.

