AQUEL COLOSIO EN NETFLIX

Gilberto Haaz Diez

Acertijos

Acertijos   Gilberto Haaz Diez 
El caudillo lusitano Viriato fue traicionado y asesinado mientras dormía por sus embajadores, en connivencia con el procónsul romano Quinto Servilio Cepión. De acuerdo con la leyenda, cuando los asesinos reclamaron su recompensa, el procónsul se la negó con la frase ‘Roma no paga a traidores’. Camelot.
De Colosio se han escrito tantos libros, algunos muy disparatados, otros con más eficiencia, que su muerte no va a quedar en el olvido. No solamente cuando cumple años el magnicidio, sino porque ahora le quieren dar el indulto al criminal y un hijo de él, Luis Donaldo junior, está en la política y muchos le ven fuerza para que dentro de seis años venga con la gente de Dante a buscar la presidencia, si es que a Dante no se le mueve su corazoncito y vuelve a negociar con Morena y la 4T, aunque él lo niegue. Netflix estrenó un nuevo film del crimen que sacudió a México en 1994, el de Luis Donaldo Colosio, titulado: ‘Colosio, el asesinato’. Actuada por José María Yazpik y la gran Kate del Castillo, nos lleva a una nueva versión, ya sospechada de entonces, de que fue un crimen de Estado. Con nuevos temas y la aparición de personajes, entre ellos Fernando Gutiérrez Barrios, José Córdoba Montoya y José Francisco Ruiz Massieu, en el tiempo que también fue asesinado. Al comenzar a verla, parecería que es más de lo mismo. El tirador y criminal solitario, confeso y que está a punto de salir de la cárcel al purgar su condena de 45 años, la cinta te lleva a nuevos derroteros, la conjura, los varios Aburtos y los personajes que aparecieron en aquellos años turbulentos de 1994, cuando el país cambió, para bien o para mal, y donde a Colosio aun no lo dejan descansar en paz. Es algo similar a la muerte de JFK, otra conjura, cuando muchos de esos testigos fueron asesinados por la misma mano que meció esa cuna. Aquí ocurre igual, al final, para guardar el silencio había que matar al mensajero y a los investigadores que cubrieron y llegaron a otra gran verdad, que permaneció oculta porque, cuando son crímenes de Estado, jamás se sabe y siempre se sospecha y oculta. Julio César, antes de ser asesinado, decía: “Muchos de ustedes hoy aquí lucharon contra mí, muchos de ustedes desearon mi muerte, muchos de ustedes tal vez aun la desean”.
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