La dialéctica perversa de la satisfacción y el deseo
El deseo nos hace pensar, idear, planear, esforzarnos, hacernos capaces: nos fortalece; la satisfacción, por el contrario, nos aquieta, nos hunde en la pereza. A propósito de la satisfacción de los deseos, son abundantes los ejemplos adversos que ilustran …
Continuar leyendo