
Chocan de nuevo el gobierno de Nahle con maestros y jubilados a quienes escamotean mil millones
LineaCaliente Edgar Hernández*
Claudia Tello está desparecida o anda de vacaciones mientras la secretaría de Educación que encabeza arde.
Mientras escribimos estas líneas maestros, empleados magisteriales y jubilados y pensionados se manifiestan frente a Palacio de Gobierno en exigencia de respuesta a sus repetidos reclamos de claridad en las cuentas del llamado “Seguro Magisterial” convertido en la “caja grande” del gobierno.
Algo esconde el gobierno del estado ante la indiferencia a los insistentes y repetidos reclamos magisteriales sucedidos a lo largo del gobierno anterior y en lo particular en los últimos siete meses del nuevo gobierno.
¿Serán acaso los mil millones?
La sospecha mata.
En este espacio hemos dichos que el tema no es menor. Son dineros de jubilados y pensionados que alcanzan los mil millones de los cuales líderes magisteriales y el gobierno del estado han dispuesto en calidad de préstamo.
Ya legendaria ha sido la protesta de los profesores estatales robados por el SSTEEV con la sospechosa dilación, acaso complacencia o complicidad del gobierno.
Tal como reseña el colega Antonio Trujillo desde el lugar de los hechos:
“Un solo profesor, docente, maestro, o personal de apoyo, del sistema educación estatal presente en la Plaza Lerdo en la capital de Veracruz, reclamando transparencia, honestidad y capacidad en el SSTEEV, bastaría para que la gobernadora Rocío Nahle, voltee a ver qué sucede y qué sucedió en el Seguro Social de los Trabajadores de la Educación Estado de Veracruz, conocido coloquialmente como el Seguro Magisterial”.
Sin embargo, eso no sucederá.
Pero sí las tan extrañas como sospechosas irregularidades que vive y padece el SSTEEV en temas relacionados con la deshonestidad, ineptitud e inescrupulosidad de algunos de directores-gerentes que han transitado ahí.
La verdad que se esconde en los archivos de Plaza Morelos, sede de la noble institución, habla del tremendo engaño y manipulación que se hace con el dinero de más de 80 mil derechohabientes que cotizan «Clave 80» quincenal y obligadamente por la Ley 4 desde 1944.
Cientos o miles de millones de pesos propiedad de trabajadores de la educación estatal han sido sustraídos.
Sus ahorros han servido para hacer millonarios a empleados del Ejecutivo en turno, empezando por los directores-gerentes, por miembros del Consejo de Administración nombrados por el gobernador o gobernadora en turno.
Desde 1944 el SSTEEV pervive con dinero propio.
El Gobierno del Estado no aporta ni un peso (como sí sucede en el IPE), sin embargo, ha sido saqueado con la complacencia de los secretarios generales de los principales sindicatos magisteriales.
“Existe una complicidad perversa entre “líderes” de sindicatos “grandes” y el gobierno en turno. Complicidad para robar a profesores estatales que afortunadamente se empiezan a manifestar organizadamente”, escribe el legendario Trujeque.
“Por ello tiene relevancia que algunos de los más de 80 mil cotizantes del SSTEEV se manifiestan este lunes en Plaza Lerdo, y aunque fuese solo uno, qué bueno que ya existe conciencia entre las bases para exigir a la gobernadora Nahle que un renglón especial del que “disfrutan” únicamente agremiados a 6 sindicatos, de los 60 que cotizan al SSTEEV.
El FBC del SSTEEV -Seguro Social de los Trabajadores al Servicio de la Educación del Estado de Veracruz- es el Fondo de Beneficios Complementarios que no es una prestación de la institución, sino un beneficio que las seis organizaciones sindicales que lo crearon otorgan a sus agremiados.
Eso en el papel ya que en la realidad no otorgan mas que préstamos disfrazados al gobierno o el mismo jineteo del dinero de quienes lo manejan.
Son cientos o miles de millones de pesos propiedad de trabajadores de la educación estatal que les han robado, que han servido para hacer millonarios a empleados del Ejecutivo en turno, empezando por los directores-gerentes –quizá haya excepciones- siguiendo por miembros del Consejo de Administración, también nombrados por el Ejecutivo en turno y en consecuencia sus empleados.
Es tan complejo el tema que baste decir que la nueva administración del director-gerente Daniel Hernández León, ha tenido que cambiar dos o tres veces al personal de nuevo ingreso de esa área porque prácticamente “no han podido con el paquete”.
Daniel debiera ir a la cárcel.
A todos esto ¿dónde está Claudia Tello?
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo