EL CRIMEN ORGANIZADO EN USA

Opinión   Jorge Viveros Pasquel

Durante décadas, John Gotti fue el rostro público de la mafia; carismátic, elegante, desafiante y mediático, sin embargo, su encarcelamiento en 1992 no marcó el final de estas operaciones, sino el final de su era más visible. Desde entonces, el crimen organizado estadounidense, dirigido en su mayoría por ciudadanos blancos descendientes de europeos, ha mutado hacia un modelo más empresarial, menos violento y más rentable. Operan sin cámaras ni titulares, pero siguen presentes, activos y poderosos.

La caída de Gotti enseñó a las cinco familias de Nueva York una lección fundamental: la visibilidad mata. En lugar de emular su estilo ostentoso, sus sucesores, optaron por el sigilo y la infiltración institucional. Hoy, esas mismas familias, operan con estructuras más horizontales que cambian según sus conveniencias y con vínculos más amplios con la economía legal.

A continuación, se muestra una radiografía actualizada de sus operaciones en distintos sectores del país:

Sindicatos de construcción:
En Nueva York y Nueva Jersey, el crimen organizado mantiene el control informal sobre sindicatos como los TeamstersLaborers Local 79 y Dockbuilders Union. La delincuencia sigue exigiendo pagos ilegales a contratistas y colocando trabajadores que no existen para cobrar sus salarios. Varias empresas deben pagar “cuotas” semanales para operar sin sabotaje, o para acceder a contratos del estado o la ciudad, lo que aquí en México se le conoce llana y vulgarmente como; “cobro de piso” y “corrupción”.

La industria de la basura en Nueva York:
El Business Integrity Commission (BIC) ha identificado decenas de empresas fachada de recolección de residuos vinculadas a las familias Genovese y Gambino. Estas empresas fijan precios, asignan rutas, “castigan” a competidores independientes, y controlan parte del multimillonario negocio de residuos y reciclaje industrial. En 2021, la investigación “Operation Double Helix” desarticuló una red que lavaba dinero a través de contratos con empresas de residuos de construcción.

Apuestas:
La delincuencia organizada estadounidense mantiene operaciones de apuestas físicas y digitales, aprovechando el acceso a bases de datos, corredores y casas offshore. En 2022, se desmanteló una red de la familia Lucchese que operaba una plataforma ilegal de apuestas deportivas en Nueva YorkNueva Jersey y Pensilvania, con ganancias estimadas en millones de dólares anuales. Operan casas de juego en clubes sociales, barberías o sótanos, con seguridad privada y protección política en algunos casos.

Fraude financiero y lavado de dinero en empresas legales:
El crimen organizado en USA utiliza restaurantes, constructoras, concesionarias de autos, consultoras y tiendas de lujo para lavar dinero procedente de apuestas, extorsión o drogas. Un caso documentado: en 2019, el FBI descubrió que la familia Bonanno lavaba millones de dólares anuales a través de una cadena de pizzerías en Brooklyn y Queens. También utilizan préstamos usureros disfrazados de “créditos privados” para lavar efectivo, parecido al “gota a gota” colombiano que opera en la Central de Abastos en CDMX.

Fraude fiscal y aprovechamiento de subsidios federales:
Durante la pandemia, varios individuos vinculados al crimen organizado estadounidense falsificaron empresas para acceder al PPP (Paycheck Protection Program). En Florida, en 2021, se detectó una red conectada con miembros de mafia de Chicago que cobraba por compañías inexistentes, usando prestanombres. También han infiltrado programas de construcción pública, cobrando sobornos por alterar licitaciones o inflar presupuestos, nada que Alito Moreno no hubiera hecho en Campeche.

Control del transporte y las licencias en puertos y aeropuertos:
En Nueva Jersey y Nueva York, la delincuencia sigue controlando quién obtiene licencias para operar grúas, montacargas y almacenes en puertos y terminales de carga. En el puerto de Newark, informes de 2023 revelaron vínculos entre la familia Genovese y empresas que contratan estibadores, imponiendo pagos clandestinos a los nuevos empleados. También controlan el transporte de materiales pesados y áridos en zonas como Staten Island, donde hay poca supervisión estatal, permitiendo con mayor facilidad la entrada de mercancía ilegal.

Tráfico de drogas:
Desde los años 90, el crimen organizado de ojos azules y trajes de exclusivas marcas, han participado en el tráfico de cocaína y heroína. En 2019, un operativo de la DEA interceptó 50 kilos de heroína que operaba con protección de capos de Brooklyn. Los cargamentos llegaban por camiones y se distribuían con ayuda de redes italoamericanas locales, bajo apariencia de pequeñas distribuidoras.

Tráfico de armas y su venta ilegal:
En estados como PensilvaniaNueva Jersey y Michigan, miembros del crimen organizado estadounidense han sido arrestados por participar en tráfico de armas, muchas veces obtenidas legalmente con documentos falsos y revendidas a pandillas. En 2020, un informe del ATF reveló que al menos 200 armas ilegales traficadas por una red vinculada a la mafia de Nueva Inglaterra habían terminado en BaltimoreChicago y Detroit.

En conclusión, contrario al imaginario popular que asocia el crimen organizado actual con cárteles extranjeros o pandillas de minorías urbanas, muchas de estas redes son dirigidas por hombres blancos nacidos en Estados Unidos, de apellidos italianosirlandesesalemanes o polacos, con ciudadanía plena y aspecto empresarial.
El crimen organizado de origen estadounidense sigue operando en sindicatosconstruccionescontratos públicosapuestastráfico de drogas y armasbasuratransporte y lavado de dinero, bajo el radar y con la eficacia que solo otorga la corrupción gubernamental.