EL PLAN DE SHEINBAUM PARA NAHLE EN EL 2028

Al respecto…  Alejandro Aguirre Guerrero

La última vez que me hablaron en Palacio Nacional sobre la relación entre Sheinbaum y Nahle fue en la coordinación de asesores, hace pocas semanas. Me afirmaron que la presidenta (auténticamente), busca encartarla rumbo al 2030.

Y a partir de esa fecha (de esa charla que sostuve), Claudia Sheinbaum ha mencionado a la gobernadora en sus conferencias matutinas cuando menos 8 ocasiones; “será de tiro por viaje”, me dijeron, y así ocurre hasta el momento.

Las constantes referencias de Sheinbaum a Nahle no son, pues, producto de la casualidad o fortuitas, se trata del deseo que la presidenta adquirió de posicionar a una mujer como probable sucesora, más allá de la figura que enarbola Rosa Icela Rodríguez.

Y es que la presidenta ha decidido irse hasta los tiempos de sucesión con únicamente dos perfiles femeninos, mismos que pretende impulsar en el afán de entregarles la estafetaRodríguez y Nahle. Las opciones masculinas ya son (y seguirán siendo) claras.

El esquema consiste en incorporar a Nahle a la Secretaría de Gobernación en el 2028, como titular, en el afán de que sean ella y Rosa Icela Rodríguez las únicas mujeres que busquen la candidatura cuatroteísta, salvo algún otro sorpresivo perfil femenino que pudiera sumarse en la segunda parte del sexenio.

Me hacen saber que la presidenta desearía otorgarle su estafeta a una mujer, pero si ninguna de las opciones que tiene en mente crece lo suficiente, acabaría optando por el hombre más apoyado entre la militancia.

Es así como en pleno 2025, a cinco años del relevo presidencial, las dos mujeres en la mente de Sheinbaum son su actual secretaria de Gobernación y la mandataria de Veracruz. Falta mucho, sí, y bastante puede pasar aún, pero cuántas (o cuántos) quisieran estar ya, desde estos momentos, en el selecto grupo de “corcholatas”.