Columnas de opinión
Columna hoy
PATEAR EL PESEBRE…
Lo que yo pienso. Juan Javier Gómez Cazarín.
Lunes 30 junio 2025.- Dice el diccionario: “Traición.- Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener.” Seco. Ni mandado a hacer.
Y hay otra cosa, que no la dice el diccionario, pero la dice el dicho popular: la verdad no peca, pero incomoda.
Por eso no es pecado llamar traidores a los traidores. Aunque se incomoden, ni modo.
A los que con mala leche y sin la menor lealtad lanzan dardos envenenados contra el trabajo de más de una década de miles y miles de personas -leales, ellas sí- que han caminado de casa en casa para construir y mantener con vida al más importante movimiento político del último siglo en el país, se les tiene que decir traidores.
Traidores, porque ellos están donde están gracias al trabajo que hoy critican maliciosamente.
Traidores, porque deberían ser leales a lo que dijeron que iban a ser leales.
Traidores, porque se abrazan con el enemigo que toda la vida nos denostó.
Una cosa es decir lo que se piensa -yo siempre lo he hecho-, expresarse respetuosamente -siempre lo intento- y que nuestras convicciones encabecen nuestra lista de lealtades -así me lo enseñaron en casa- y otra muy diferente es adoptar la narrativa falsa de nuestros adversarios y atacar al movimiento de manera insidiosa y malévola para… pues, la neta, no sé para qué, porque no ganaron nada.
Si querían popularidad, ganaron repudio; si querían reconocimiento, ganaron desprecio; y si querían quedar bien con alguien, fue con los enemigos de una causa justa y claramente mayoritaria a favor de la gente.
Y digo narrativa falsa porque sus habladas, pateando el pesebre, son mentira.
Otra cosa que tampoco la dice el diccionario, pero es una verdad sabida, es la siguiente: el que traiciona una vez, traiciona dos y traiciona siempre. El traidor nunca podrá negar su naturaleza chueca, nunca podrá ser de confianza y siempre vivirá con ese estigma.
Creo que tampoco hay que expulsar a nadie, porque, siguiendo con los dichos: “la leche y los traidores se cortan solos.”
Pd.- A mis amigas y amigos del Norte del Estado: cuídense mucho, que ya pasó lo peor de Barry, pero siguen las lluvias. No arriesguen la vida en los ríos, en las carreteras. Sigan las indicaciones de Protección Civil.

PATEAR EL PESEBRE…
Por:
Lo que yo pienso. Juan Javier Gómez Cazarín.
Lunes 30 junio 2025.- Dice el diccionario: “Traición.- Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener.” Seco. Ni mandado a hacer.
Y hay otra cosa, que no la dice el diccionario, pero la dice el dicho popular: la verdad no peca, pero incomoda.
Por eso no es pecado llamar traidores a los traidores. Aunque se incomoden, ni modo.
A los que con mala leche y sin la menor lealtad lanzan dardos envenenados contra el trabajo de más de una década de miles y miles de personas -leales, ellas sí- que han caminado de casa en casa para construir y mantener con vida al más importante movimiento político del último siglo en el país, se les tiene que decir traidores.
Traidores, porque ellos están donde están gracias al trabajo que hoy critican maliciosamente.
Traidores, porque deberían ser leales a lo que dijeron que iban a ser leales.
Traidores, porque se abrazan con el enemigo que toda la vida nos denostó.
Una cosa es decir lo que se piensa -yo siempre lo he hecho-, expresarse respetuosamente -siempre lo intento- y que nuestras convicciones encabecen nuestra lista de lealtades -así me lo enseñaron en casa- y otra muy diferente es adoptar la narrativa falsa de nuestros adversarios y atacar al movimiento de manera insidiosa y malévola para… pues, la neta, no sé para qué, porque no ganaron nada.
Si querían popularidad, ganaron repudio; si querían reconocimiento, ganaron desprecio; y si querían quedar bien con alguien, fue con los enemigos de una causa justa y claramente mayoritaria a favor de la gente.
Y digo narrativa falsa porque sus habladas, pateando el pesebre, son mentira.
Otra cosa que tampoco la dice el diccionario, pero es una verdad sabida, es la siguiente: el que traiciona una vez, traiciona dos y traiciona siempre. El traidor nunca podrá negar su naturaleza chueca, nunca podrá ser de confianza y siempre vivirá con ese estigma.
Creo que tampoco hay que expulsar a nadie, porque, siguiendo con los dichos: “la leche y los traidores se cortan solos.”
Pd.- A mis amigas y amigos del Norte del Estado: cuídense mucho, que ya pasó lo peor de Barry, pero siguen las lluvias. No arriesguen la vida en los ríos, en las carreteras. Sigan las indicaciones de Protección Civil.





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