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ICE: desinformación e injerencismo.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (U.S. Immigration and Customs Enforcement, ICE) del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos difundió el miércoles en redes sociales un texto acompañado de cuatro fotografías en el que se da a entender que personal armado de esa agencia dirigió un operativo en el cual se desmantelaron «tres laboratorios de producción de drogas sintéticas a gran escala» en Sinaloa y «se incautaron estupefacientes y precursores químicos». La publicación original en inglés fue traducida y compartida en español por la embajada de Washington en México en una versión que elimina las ambigüedades lingüísticas, pero preserva las imágenes engañosas.
La confusión proviene, en primera instancia, de una redacción defectuosa en anglosajón que admite al menos dos posibles lecturas: que ICE encabezó y coordinó a personal de la Agencia de investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República (FGR), respaldado por las secretarías de Defensa y de Marina; o que las tareas estuvieron a cargo de elementos de la AIC «certificados» por ICE. La anfibología no habría tenido mayor efecto sin la concurrencia de dos factores: el sensacionalismo, el ansia de golpeteo político y la falta de ética profesional entre la derecha política y mediática local, y la serie gráfica donde la primera imagen muestra a quienes parecen ser agentes de ICE en camino a un operativo y las tres siguientes varios aspectos de un presunto narcolaboratorio, induciendo la idea de que los uniformados estadunidenses participaron físicamente en la destrucción de dichas instalaciones.
Preguntados al respecto, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, evitaron denunciar explícitamente el montaje como un mecanismo de chantaje o presión, pero aseguraron que la difusión del texto y las imágenes responden al descontento de las agencias estadunidenses de inteligencia, espionaje y antinarcóticos con el nuevo marco legal e institucional mexicano que, desde el sexenio pasado, les impide violentar la soberanía nacional. Ebrard, quien fungió como canciller durante el gobierno federal anterior y estuvo a cargo de implementar las nuevas directrices para la operación de agencias extranjeras en el territorio nacional, recordó la indisimulada molestia de la embajada de Washington en nuestro país y las dependencias referidas con la legislación que puso freno a sus abusos propiciados por el entreguismo característico del calderonato y que continuaron, si bien soterrados, en la administración de Enrique Peña Nieto.
En este sentido, la mandataria afirmó que ni ella ni su antecesor permitirían un acto de injerencismo como la participación ni mucho menos la dirección de miembros de un gobierno extranjero en un operativo dentro de México. Asimismo, descartó que la imagen de los supuestos elementos de ICE corresponda a alguna acción ocurrida en territorio nacional y exhortó a investigar su origen.
El hecho es que la agencia más virulenta en la aplicación de la política xenófoba del trumpismo divulgó una pieza de desinformación horas después de que el gobierno federal descartara su presencia o la de cualquier otro tentáculo de Washington en México, y la embajada le dio difusión en vísperas del arribo de su nuevo titular, y que ambas acciones son agraviantes e inaceptables.