Seguramente habrá cambios en el diagrama partidista de este país, comenzando porque MORENA se está situando en la posición de partido hegemónico, otrora ocupada por el PRI con pleno dominio en el Poder Legislativo y en el Poder Ejecutivo. Por su parte, el Partido Verde Ecologista, vendiendo caro su numerosa bancada legislativa, continuará mejorando su posicionamiento político en entidades federativas ganando terreno con el usufructo de su alianza con el partido oficial, descontado ya el PRI como fuerza política competitiva y tomando en cuenta que el Partido del Trabajo tiene la calidad de rémora de la Alianza con MORENA, Movimiento Ciudadano será la competencia del Verde en materia electoral, aunque debe cambiar de estrategia y manejar propuestas apegadas a la realidad, porque insistir en que el PRI, el PRD y el PAN son de la vieja política se asemeja a lanzar un bumerang porque en el pasado ha conformado alianzas con el PAN y con el PRD. No será fácil a Movimiento Ciudadano quitarse el mote de “esquirol” que se le atribuyó en el pasado proceso electoral, porque tal condición lo obliga a demostrar lo contrario en el Poder Legislativo y en siguientes procesos electorales. No la tiene fácil MC porque en sus dos bastiones, Nuevo León y Jalisco perdió electoralmente y se encuentra en desventaja. Tales son entre muchos otros los remanentes del proceso electoral 2023-2024, con el paso de las semanas se producirán nuevos acontecimientos porque México vive circunstancias cruciales de seguro impacto en su futuro inmediato.
Lógica política: la alianza opositora se desintegra
Que la alianza PRI-PAN-PRD será desintegrada es una realidad incontrastable, aunque con ciertos matices quizás también así hubiera sucedido si la victoria los hubiera acompañado, aunque sin duda en el gabinete estarían representadas esas tres fuerzas políticas haciendo honor al Spoils System. Históricamente estos tres partidos políticos han sido antagónicos entre sí, pero las circunstancias actuales los obligaron a formar alianza para enfrentar a la otra alianza tripartita encabezada MORENA, el partido en el gobierno. La ciudadanía votó mayoritariamente en sentido contrario a las propuestas de la alianza Fuerza y Corazón por México creándoles un escenario nada favorable pues ante la derrota se antoja indispensable el relevo de sus actuales mandos, en busca de dirigentes o líderes que reverdezcan sus respectivas circunstancias. Por supuesto, las del PAN y del PRI solamente porque el PRD ha concluido su ciclo de vida política al no conseguir los votos necesarios para conservar el registro. Ahora se avecina un panorama complicado para estos partidos porque, al menos en el PAN, se desatará una fuerte pugna entre seguidores de Marko Cortés y quienes luchan por un cambio de dirección vistos los magros resultados conseguidos por su actual dirigencia. Situación análoga se vive en el PRI porque “Alito” Moreno y su grupo pretenden mantener el control del ya muy disminuido partido, con el agravante de no contar con opciones prometedoras para sacar al PRI del tobogán en que se encuentra, son malos augurios para una organización que formó parte de la columna vertebral de nuestra evolución política.