Manipulación perversa

TIERRA DE BABEL     Jorge Arturo Rodríguez                        

 Seguimos en las mismas: viviendo o sobreviviendo, padeciendo el “síndrome de la rana hervida”. No todos, claro. Recuerdo la canción de Víctor Heredia “Sobreviviendo”:

“Me preguntaron cómo vivía, me preguntaron
Sobreviviendo, dije, sobreviviendo
Tengo un poema escrito más de mil veces
En él repito siempre que mientras alguien
Proponga muerte, sobre esta tierra
Y se fabriquen armas para la guerra
Yo pisaré estos campos sobreviviendo
Todos frente al peligro sobreviviendo
Tristes y errantes hombres sobreviviendo.”

En fin, nunca voy a entender si insistir demuestra o molesta. Pero, la verdad, prefiero caer mal por sincero que bien por hipócrita. No sé quién dijo que mejor confesar tu ignorancia que vivir tras un manto de hipocresía.

Vaya, que leo lo siguiente: “El estado gobernado por Evelyn Salgado se encuentra entre la emergencia por la lluvia y la que ya tenían por la inseguridad. Y es que dicen que en lugar de poner atención a las necesidades de las personas, las patadas bajo la mesa se centran rumbo a las elecciones de 2027. ¿Será?”. (24-horas.mx, 25/06/25). Yo dría que no sólo Salgado, sino varios de los políticos y gobernantes piensan en el 2027, incluso muchos corren ya tras el poder del 2030.

      Y sí, ¿dónde la atención a las necesidades de las personas?, ¿dónde la seguridad prometida, si a cada rato hay muertos y más muertos, desgracias y más desgracias y un chingo etcétera?

Necio que soy. Pero dice la periodista María Vargas que en México “Dejar de ser pobre es casi imposible: dos de cada 100 lo logran”. Y añade que “casi el 80% de las personas que provienen de los hogares más pobres se quedan entrampados en el 40% de la población con menos recursos.” (milenio.com, 30/06/25). Luego entonces, ¿hacía a dónde vamos? ¿A quién le creemos?

Hay algo de perversidad en todo esto. Benjamin Franklin escribió: “Si los hombres son tan perversos teniendo religión, ¿cómo serían sin ella?

Pero ya saben, la luz viaja más rápido que el sonido. Es por ello que algunas personas parecen brillantes hasta que abren la boca. Pero sigamos sufriendo el síndrome de la rana hervida. A ver a dónde llegamos, si nos permiten ver y escuchar y pensar y soñar y crear y vivir, pero de veras vivir.

La novelista Susanna Tamaro escribió: “Siempre hay alguien que te dice lo que debes hacer, ya no existe el silencio, en todas partes hay ruido; si tú no estás con tus propios pensamientos, cómo vas a entender el sentido de las cosas, es imposible. Vivimos bajo una manipulación perversa, muy sutil.”

¿Quién podrá defendernos?

 

Los días y los temas

Va de nuez. La presidenta Claudia Sheinbaum dice que “es falso, es mentira que las leyes aprobadas tengan que ver con que el Estado va a espiar. Falso. Se miente deliberadamente. El gobierno no va a espiar a nadie. Como nos espiaron a nosotros, por cierto”.

            Y remata: “Yo creo que todos los que estamos aquí, todos de una u otra manera fuimos espiados porque todos los compañeros y compañeras pues son militantes del movimiento desde hace muchísimos años… todos nosotros fuimos espiados. Nosotros no espiamos a nadie, a nadie, absolutamente a nadie. Lo que queremos es construir un país seguro, en paz”.

            ¡Uf! Creer o no creer… Goethe decía que las palabras de aliento después de la censura son como el sol tras el aguacero.” Ajá. Pero, pero, pero….

            Al tiempo.

De cinismo y anexas

A propósito de espiar, o cercano a eso, un doctor le dice al paciente: Respire profundo que lo voy a auscultar. El paciente le responde: Doctor, ¿de quién me va a ocultar si no le debo a nadie?

            En cuanto a la censura, tranquilos, sólo pregúntense: ¿Qué hace una abeja en el gimnasio? Zumba. Así de fácil.

Hasta la próxima.