Marcelo Ruíz recibe a la chaviza en el Congreso del Estado!!!
**Durante el Primer Encuentro Universitario de Jóvenes Políticos.
**Estudiantes deben interesarse en conocer y aprender la información que pueden proporcionales sus instituciones.
Xalapa, Ver. 16 mayo 2025.- Para construir y crecer hay que conocer y aprender, expresó el diputado Carlos Marcelo Ruiz Sánchez, durante la plática que sostuvo en el Palacio Legislativo con 60 participantes del Primer Encuentro Universitario de la Red Mundial de Jóvenes Políticos de México, cuyo objetivo es fomentar la participación ciudadana de las nuevas generaciones de Veracruz y de México.
En entrevista, el legislador manifestó que el Congreso del Estado es la casa de las y los veracruzanos, por lo que mantiene sus puertas abiertas a quien desee venir y conocer el lugar donde se hacen y actualizan las leyes, se procura el diálogo y se atiende y da trámite a las peticiones de la población.
Al respecto, reconoció la apertura de la presidenta de la Mesa Directiva de la LXVII Legislatura, diputada Tanya Carola Viveros Cházaro, por privilegiar la cercanía con la gente y dar la oportunidad a jóvenes estudiantes de visitar y conocer los recintos sede de los poderes del Estado.
“Es un honor poder orientar e impulsar el interés de estos jóvenes en la participación política y nutrirla con información fundamental del proceso legislativo y lograr tener leyes de vanguardia”, dijo el diputado y llamó a involucrarse y conocer toda la información en sus áreas, para que, una vez concluidos sus estudios, tengan las herramientas necesarias para su desarrollo profesional.
El Primer Encuentro Universitario de la Red Mundial de Jóvenes Políticos de México, al que asistieron estudiantes de las carreras de Derecho y Ciencias Políticas de nueve estados de la República Mexicana, tuvo la ponencia Liderazgo e Inteligencia Emocional para el sector público, impartida por José Guadalupe Altamirano Castro, del Consejo Veracruzano de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (Coveicydet).
Asimismo, el conversatorio Participación Política de las Juventudes en la Construcción de la Democracia Mexicana, en el que intervinieron la consejera presidenta del Organismo Público Local Electoral de Veracruz (OPLE), Marisol Alicia Delgadillo Morales, así como la consejera electoral María de Lourdes Fernández Martínez y el secretario ejecutivo, Luis Fernando Reyes Rocha, y por parte del Colegio de Veracruz (Colver), Nazareth Montes Velásquez.
Por si algo le faltase a un proceso que ha perdido toda credibilidad, la renuncia a la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana de la profesora María Angélica Buendía Espinosa le dio en la puntilla a la sucesión rectoral y evidenció, más que nunca, la manera porril en la que Martín Aguilar Sánchez pretende ser impuesto en una extensión ilegal e ilegítima del periodo para el que fue designado hace cuatro años.
El silencio de la Junta de Gobierno ante la renuncia de Buendía Espinosa, confirmada de manera extraoficial pero sin ningún posicionamiento, en ningún sentido, de autoridad universitaria alguna –pero que obedecería a las presiones a las que se les está sometiendo para que avalen el golpe a la UV-, expone de manera diáfana la magnitud de una crisis cuyo único responsable es Martín Aguilar. Además, por supuesto, de quienes lo empinaron y embarcaron en una misión suicida.
Las manifestaciones de repudio a la intentona golpista de Martín Aguilar han sido contundentes y generalizadas desde la semana pasada. Y si no se expresaron de manera masiva en la protesta del pasado lunes en la explanada de rectoría y en la plaza Lerdo, fue porque existen amenazas contra el personal docente y administrativo, al grado de condicionar su permanencia en su trabajo –con la complicidad de sus respectivos sindicatos-, así como contra los estudiantes, a los que se les intimida con la posibilidad de darles “muerte académica” si se manifiestan contra el aspirante a dictadorzuelo.
Aun con ello, todo indicaría que es inminente que la Junta de Gobierno apruebe la prórroga de Aguilar Sánchez y consume una imposición cuyas consecuencias no se acaban de dimensionar, pero que implicarían de entrada la judicialización de la sucesión en la rectoría de la UV y su caída en una espiral de inestabilidad, pues los aspirantes que en su legítimo derecho han manifestado su intención por contender por el cargo, como Marisol Luna Leal, Jorge Manzo Denes y Rafael Vela Martínez, no piensan quedarse cruzados de brazos.
Si los aspirantes se amparan aduciendo la ilegalidad de la prórroga y de la supuesta “consulta” que la Junta de Gobierno se inventó para encauzar la imposición, la permanencia de Martín Aguilar al frente de la rectoría sería insostenible. Pero incluso en un escenario en el que se le cayera la extensión del periodo, el grupo que lo impulsa tiene un “plan B”: la secretaria de Desarrollo Institucional de la UV, Jaqueline Jongitud.
Desde que estuvo en la Junta de Gobierno entre 2016 y 2019, Jaqueline Jongitud tejió alianzas y favores que le permitieron concentrar un gran poder dentro de la Universidad, al grado de poner y quitar miembros de la misma Junta, como José Antonio Seade Kuri, hermano del actual embajador en China Jesús Seade, y quien jugó un papel fundamental en la designación como rector de Martín Aguilar en 2021. Incluso, se terminó casando con él apenas el pasado mes de diciembre de 2024.
Jongitud también operó para colocar en la Junta de Gobierno a su actual presidente, José Manuel Pinos Rodríguez, el 22 de junio de 2023. Con él, pacta la acometida para imponer la prórroga de Martín Aguilar o, en su defecto, su propia llegada a la rectoría.
Desde la Secretaría de Desarrollo Institucional universitaria, Jaqueline Jongitud controla los temas académicos, la obra pública y las finanzas de la UV, lo que le ha permitido obtener varios favores políticos a cambio de plazas de investigador, como con el propio Pinos y su amigo personal Irving Uriel López Bonilla. Y por si fuera poco, fue denunciada por violencia laboral y vulneración de la integridad personal de una de sus colaboradoras, lo que le valió la recomendación 004/2025 de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, misma que de manera inaudita fue rechazada por la UV.
Jaqueline Jongitud es el “plan B” del grupo que se pretende enquistar, sí o sí, en la rectoría de la UV, por si el anodino Martín Aguilar se vuelve desechable.
El “plan B” en la rectoría
Por:
Rúbrica Aurelio Contreras Moreno
Por si algo le faltase a un proceso que ha perdido toda credibilidad, la renuncia a la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana de la profesora María Angélica Buendía Espinosa le dio en la puntilla a la sucesión rectoral y evidenció, más que nunca, la manera porril en la que Martín Aguilar Sánchez pretende ser impuesto en una extensión ilegal e ilegítima del periodo para el que fue designado hace cuatro años.
El silencio de la Junta de Gobierno ante la renuncia de Buendía Espinosa, confirmada de manera extraoficial pero sin ningún posicionamiento, en ningún sentido, de autoridad universitaria alguna –pero que obedecería a las presiones a las que se les está sometiendo para que avalen el golpe a la UV-, expone de manera diáfana la magnitud de una crisis cuyo único responsable es Martín Aguilar. Además, por supuesto, de quienes lo empinaron y embarcaron en una misión suicida.
Las manifestaciones de repudio a la intentona golpista de Martín Aguilar han sido contundentes y generalizadas desde la semana pasada. Y si no se expresaron de manera masiva en la protesta del pasado lunes en la explanada de rectoría y en la plaza Lerdo, fue porque existen amenazas contra el personal docente y administrativo, al grado de condicionar su permanencia en su trabajo –con la complicidad de sus respectivos sindicatos-, así como contra los estudiantes, a los que se les intimida con la posibilidad de darles “muerte académica” si se manifiestan contra el aspirante a dictadorzuelo.
Aun con ello, todo indicaría que es inminente que la Junta de Gobierno apruebe la prórroga de Aguilar Sánchez y consume una imposición cuyas consecuencias no se acaban de dimensionar, pero que implicarían de entrada la judicialización de la sucesión en la rectoría de la UV y su caída en una espiral de inestabilidad, pues los aspirantes que en su legítimo derecho han manifestado su intención por contender por el cargo, como Marisol Luna Leal, Jorge Manzo Denes y Rafael Vela Martínez, no piensan quedarse cruzados de brazos.
Si los aspirantes se amparan aduciendo la ilegalidad de la prórroga y de la supuesta “consulta” que la Junta de Gobierno se inventó para encauzar la imposición, la permanencia de Martín Aguilar al frente de la rectoría sería insostenible. Pero incluso en un escenario en el que se le cayera la extensión del periodo, el grupo que lo impulsa tiene un “plan B”: la secretaria de Desarrollo Institucional de la UV, Jaqueline Jongitud.
Desde que estuvo en la Junta de Gobierno entre 2016 y 2019, Jaqueline Jongitud tejió alianzas y favores que le permitieron concentrar un gran poder dentro de la Universidad, al grado de poner y quitar miembros de la misma Junta, como José Antonio Seade Kuri, hermano del actual embajador en China Jesús Seade, y quien jugó un papel fundamental en la designación como rector de Martín Aguilar en 2021. Incluso, se terminó casando con él apenas el pasado mes de diciembre de 2024.
Jongitud también operó para colocar en la Junta de Gobierno a su actual presidente, José Manuel Pinos Rodríguez, el 22 de junio de 2023. Con él, pacta la acometida para imponer la prórroga de Martín Aguilar o, en su defecto, su propia llegada a la rectoría.
Desde la Secretaría de Desarrollo Institucional universitaria, Jaqueline Jongitud controla los temas académicos, la obra pública y las finanzas de la UV, lo que le ha permitido obtener varios favores políticos a cambio de plazas de investigador, como con el propio Pinos y su amigo personal Irving Uriel López Bonilla. Y por si fuera poco, fue denunciada por violencia laboral y vulneración de la integridad personal de una de sus colaboradoras, lo que le valió la recomendación 004/2025 de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, misma que de manera inaudita fue rechazada por la UV.
Jaqueline Jongitud es el “plan B” del grupo que se pretende enquistar, sí o sí, en la rectoría de la UV, por si el anodino Martín Aguilar se vuelve desechable.