Martín Aguilar, Rector espurio

LineaCaliente   Edgar Hernández*
 
Ya son muchas las voces de repudio al dedazo en favor del perpetuamiento del rector de la UV, Martín Aguilar, es más, sin embargo,  la necedad de quien por sus calzones lo impone.
Ya desde el 2018 se observó con singular asombro ese desprecio a la voluntad ciudadana sustituida por un “pueblo bueno” inexistente.
Comprobado desde entonces que los descastados de la política opositora, los desposeídos, bajo la sombrilla de un Movimiento de Regeneración Nacional, con un incontenible resentimiento social, arribaban al poder con incontenible sed de venganza.
Todos dispuestos cobrársela al PRI y el PAN.
Todo con moneda de cambio, con ríos de dinero del presupuesto para sus bolsillos y un sinfín de corruptelas y abusos de poder; llegaban no solo para quedarse, sino para imponer -por sus “tanates”- la perpetuidad en el poder.
Es el caso de la imposición del decadente Aguilar.
De un «académico», más grillo que estudioso, que asesina la autonomía para negociar a la máxima casa de estudios por la vía del dedazo. El mismo que compra, presiona y despide a los inconformes de la Junta de Gobierno de la UV para que voten en favor de lo que ellos llaman “prorroga” del mandato.
Y si del 2021 en que llegó al cargo por recomendación de otro gánster, Manuel Huerta, proclamando la transformación de tan importante claustro ¿qué garantiza que hasta el 2029, fecha en que concluirá su segundo mandato, habrá consumado con éxito dicha transformación?
¿Acaso necesitará a partir del 2029 una nueva “prórroga” para consumar el detalle fino de su ilusorio lema?
Presentes se mantendrán por siempre en el imaginario colectivo y, por supuesto, entre la comunidad universitaria a los integrantes de dicha Junta de Gobierno General que a sottovoce la comunidad universitaria y el ciudadano de a pie sabe que fueron comprados por el gobierno del estado para votar en favor del decadente Aguilar.
Ahí, para que los tengamos en la memoria están para que les invite un café a tan distinguidos académicos como Juan Manuel Pinos Rodríguez, Diana Folger Pérez Staples, Ernesto Isunza Vera -quien ya anda de vacaciones en Europa-, María Adela Monreal Gómez, Héctor Vázquez Leal, José de Jesús Franco López y Alan Jesús Morgado Bustos.
Bien se dice que con su decisión de perpetuar a quien ni siquiera cumple con el requisito de la edad, tienen asegurado no solo su patrimonio financiero, sino un lugar en el basurero de la historia de la UV y de Veracruz.
Llegará el primero de septiembre, fecha en que tomará posesión el decadente Aguilar siempre pensando que fue electo democráticamente por la comunidad universitaria, sin atreverse a asomarse de la ventana de su lujosa oficina desde donde le lloverán las mentadas de madre igualitas a las que en este momento está recibiendo desde las escalinatas de es máxima casa de estudios de parte de estudiantes, profesores, exrectores y la ciudadanía a quienes ahora les quedan muy claro el alcance atrabiliario de quien según respeta la autonomía con un “¡Allá ellos!”.
Tiempo al tiempo.
 
*Premio Nacional de Periodismo