Narrativa que defiende, no explica

Javier Solorzano

Rozones

Uno de los problemas que está cargando la narrativa oficial es que a menudo más que ser un elemento explicativo se convierte en un espacio para defenderse de los ataques o diferentes visiones que tienen la oposición o instancias críticas de la sociedad.

En tiempos en que la oposición está diluida y materialmente aniquilada, y que la mayoría día con día se convierte en poder más poderoso, las explicaciones valen más que una narrativa de negación, porque tienen todos los elementos a la mano para contarnos lo que verdaderamente sucede.

Utilizar los medios públicos para desmentir todo lo que pasa o tratar de darle un giro a muchos asuntos que están a la vista de todos, en medio de una complicidad colectiva, no abona al verdadero debate y, sobre todo, a conocer lo que realmente sucede.