Para Morena, la complicidad es garantía de lealtad
La obra que leí la semana pasada (de la que ya hice referencia en mi artículo anterior), está dedicada a narrar el desarrollo de la casa real hacia la corte real que desemboca en el Estado moderno. Sus más de 850 páginas ilustran ese proceso. Hoy estoy en una obra, para mí, mucho mejor articulada de Thomas N. Bisson, titulada La crisis del siglo XII. El poder, la nobleza y los orígenes de la gobernanza europea. Editada por Crítica.
No tengo duda que conocer la parte sociohistórica del Estado es indispensable para valorar correctamente las instituciones jurídico-políticas que lo componen y más si hacemos la articulación adecuada de estas dos dimensiones, que siendo tratadas por Georg Jellinek, no hace esa articulación en su Teoría General del Estado, que H. Kelsen, calificó como la mejor.
Entre más es mi retrospectiva, más me convenzo que el proyecto de Morena es un proyecto que hace mucho tiempo periclitó, que pertenece al pasado, que como los topos, creyendo salir hacia la superficie cada vez cavan más hondo.
Reemplazar un gobierno de leyes, por muy deficiente que fuera, era y es un avance respecto al gobierno personal. Su obsesión porque las propiedades de mando y obediencia retornen de las instituciones a las personas, es aquí y en cualquier parte un retroceso, un acto reaccionario. En libro de Historia Moderna, citado en mi pasada colaboración, sus autores nos recrean como la casa real, es decir, la casa del monarca, fue la estructura que alimentó la Corte, esto es, de la organización doméstica se pasa a la organización publica, pues con Andrés Manuel López Obrador, esto se revierte y no porque de Los pinos se pase a Palacio Nacional, porque él nunca despachó en lo que fue la residencia oficial, sino porque desde un principio reivindica a su servidumbre y la hace parte del Comité Secreto o Consejeros del Monarca. Empezó con su chofer Juan Nicolás y terminó con Claudia. No importa si usan el poder para dar protección o tener tratos con la delincuencia, para gozar de impunidad por extender indebidas licencias de construcción, donde mueren niños inocentes o porque se le cae la Línea 12 del Metro, por falta de mantenimiento o señalamientos de estar vinculados con Sergio y Julio Carmona, Despojar a su propia familia de la Universidad de las Américas, exiliados por señalamientos de estafar a trabajadores mineros, ignorar denuncias contra Rocío Nahle, por enriquecimiento ilícito, dar impunidad a Alito, para que destruya al PRI, tapar el fraude de más de 15 mil millones de pesos de SAGALMEX, para que no se afecte a Ignacio Ovalle, Dante Delgado y compañía, no atender las denuncias que hizo la morenista SanJuana de que en NOTIMEX, se desviaban recursos públicos para la campaña de Claudia, dejar de investigar las denuncias públicas que hizo la morenista Eva Cadena, no llegar a los autores intelectuales, a los que verdaderamente ordenaron la matanza de Totalco, porque sería llegar al gobernador y es de dominio público que desde el pasado 2 de junio, Cuitláhuac, no lleva a cabo ninguna represión, persecución, venganza, cobro de cuentas o un simple movimiento, sin convenirlo, con Rocío Nahle.
Ciertamente, no es la primera vez que vemos estos desplantes burdos y vulgares. Hubo gobiernos priistas encabezados por inútiles que se trajeron a su servidumbre para gobernar, que esa servidumbre no podría justificar la fortuna que los hizo hombres «decentes, pero estos se pasan, porque si aquellos abjuraraban de sus antecesores y lanzaría la jauría que alimentaban contra ellos, estos no se limitan a vencer, quieren exterminar a sus competidores, igual que los fascistas. Basta ver la información del día, para ver como las aves de rapiña están en su festín. Orden, orden, reclama Nahle, escribía un bufón, que por cierto hoy ataca a los mismos que antes les contaba hasta chistes para hacerlos reír. Tal vez este pelafustán no sepa que históricamente entre la libertad y el orden, la derecha siempre se decanta por el orden. Hasta para escoger sus bufones, Morena, es un desastre, escoge pura vileza.
No hace poco, Rocío Nahle, expresó la barbaridad más inconcebible. Dijo que el pueblo le había dado todo, todito el poder. Imagínense una gente que nos va a gobernar que ni siquiera esté enterada que en las elecciones se disputa el acceso o título para ejercer un cargo público y que la función o potestad no viene de las urnas, si así fuera un diputado que obtuvo más votos, tendría más poder que ese otro, no señora, el poder del que usted habla viene de la Constitución y está limitado por esta Ley Suprema. Originalmente viene del pueblo, pero una vez constituida jurídica y políticamente, ese poder, como la nación es abstracta, se expresa a través no de un poder sino de tres, para que se contrapesen y se garantice la libertad, libertad que desaparece cuando se anula uno o más de los tres, como hoy, que el Ejecutivo hace la ley y con una Mesa de Judicialización fabrica delitos a sus enemigos. En Veracruz, el esquema unipersonal y despótico del poder se reproduce con la ausencia de autonomía de la Fiscalía y la sumisión y control del Poder Judicial al Ejecutivo y un Legislativo, que únicamente tiene como función real, aplaudir a su patrón; lo que no es motivo para que Rocío, le extienda carta de naturalización a esta distorsión constitucional.
Es evidente que tanto AMLO como Cuitláhuac, quieren dejarle limpio de enemigos, resistencias y obstáculos a sus relevos, por eso vemos que a nivel nacional está echada andar la maquinaria para exterminar al poder judicial, a los periodistas críticos y a los partidos renegados, mientras aquí se desata una política de venganza contra quienes Cuitláhuac no se atrevió a tocar, pero envalentonado con la porra de Rocío, que no hará otra cosa en su gobierno, más que eso, vengarse de quienes se atrevieron a pedir que investigaran la fortuna que acumuló en Dos Bocas. Esa persecución no es un hecho aislado. No cuando hay las denuncias de Eva Cadena, de fortunas de funcionarios de este gobierno inexplicables, delitos por coacción del voto, delitos por uso ilegal de los programas sociales, delitos que el mismo gobierno ha realizado acarreando burócratas a las marchas de Morena, delitos de Cuitláhuac, por quemar simbólicamente ataúdes con la efigie de ministros de la Suprema Corte… y no se castigan y si contra sus adversarios políticos, lo que hace esperar que Roció llene las cárceles de presos políticos.
Rocío, debe saber, que la gente votó por López, pero López ya se va y con ello los vientos pueden cambiar, sobre todo debe saber también que la gente no la quiere. El miedo a perder la pensión puede pasar y el pueblo despertar. No es casual que Claudia ofrezca irresponsable eliminar exámenes para los universitarios, cuando no crea universidades. Eso es porque saben que necesitan reforzar la anestesia social, pero sin dinero, van a estallar. Hay 800 mil centroamericanos y caribeños registrados, pero hay quien habla de 5 millones de inmigrantes en México. Si Trump, gana, habrá una descomunal expulsión, que va a alentar propuestas extremas, de lo cual es responsable Morena. Nunca dije que Xóchitl fuera mejor que Claudia, porque no creo que la derecha vernácula que tenemos sea útil tan siquiera en un país tan desigual como el nuestro, pero pudimos construir una agenda social que fuera verdadera alternativa a la pseudoizquierda vandálicas, por eso es imperioso unir a todas las fuerzas afectadas por esta política de exterminio de Morena, sin concesiones, con la seguridad de que acorralando a sus adversarios, los hacen víctimas y la solidaridad con ellos, producirá la fuerza que derribe a Morena. Nuestro trabajo debe ir encaminado a que la movilización contra la autocracia no la vuelva a hegemonizar ni la parte confesional ni la parte patronal, porque no queremos cambiar un amo por otro, simplemente no queremos amos.