Reforma judicial, peso y crecimiento económico

Jose Yuste

Activo empresarial

El tipo de cambio se ha movido por la reforma judicial. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha minimizado el hecho: “Dejaremos el gobierno con apreciación del tipo de cambio”, recordando que lo tomó cuando estaba por encima de los 19 pesos por dólar.

Volatilidad cambiaria

¿Cuánto se ha deslizado el peso mexicano desde que se supo acerca de la mayoría de Morena en el Congreso, y se enfatizó que la primera reforma constitucional sería la del Poder Judicial? El peso ha saltado de los 17 pesos por dólar a alrededor de los 18.50 pesos por dólar. Una pérdida un poco mayor a 10 por ciento.

El tipo de cambio ha servido como termómetro del clima de inversiones.

Su volatilidad nos está diciendo que la reforma del Poder Judicial sí genera incertidumbre para el clima de inversión, en particular la elección popular de jueces de distrito, magistrados de circuito y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Elegir a los jueces, magistrados y ministros por voto popular corre el riesgo de politizar al Poder Judicial, de que los partidos políticos (en particular Morena como partido hegemónico) pueda imponer a los jueces, o el gobierno o, en el peor de los casos, la delincuencia organizada. Esto ha originado volatilidad en el tipo de cambio, como un primer síntoma.

Pronósticos de menor crecimiento

Pero viene el segundo problema de empeorar el clima de inversión: el crecimiento económico.

El ambiente de inversión se puede ver afectado por la reforma judicial, en caso de hacer que las inversiones se esperen o tengan pausa hasta contar con la certeza jurídica que consideran razonable.

De ahí que veamos los primeros pronósticos a la baja de la economía mexicana.

Citibanamex, en su documento Nuevo escenario político, modifica la perspectiva económica y plantea un menor crecimiento para 2024.

El pronóstico de crecimiento baja de 2.1 a 1.9% para 2024.

Y para 2025, el pronóstico de crecimiento también se reduce de 1.5 a 1.1 por ciento.

Con esto, el primer año del gobierno de Claudia Sheinbaum entraría con un menor nivel de crecimiento económico, mientras que la administración del presidente López Obrador estaría cerrando su sexenio, en promedio, con tan sólo un crecimiento anual de 0.96%. Claramente muy por debajo del necesario para generar los empleos requeridos.

SPEI sí funcionó

El viernes pasado fue quincena, y las transacciones bancarias para pagos, tanto de nómina como de distintos tipos de servicios fueron mucho mayores. De repente, algunos bancos pudieron verse afectados en la lentitud de sus sistemas, pero en el Banco de México no tuvieron la culpa.

De hecho, el SPEI (Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios) funcionó bien. Operó con normalidad. Aunque algunos bancos sí presentaron saturación de sus sistemas, que se tradujo en operaciones más lentas. La recomendación del Banco de México, gobernado por Victoria Rodríguez, a los bancos fue seguir invirtiendo en sus sistemas electrónicos.

Adiós, Alonso Ancira

El presidente López Obrador fue claro: el que detenía todo en Altos Hornos de México era Alonso Ancira. El Presidente no se anduvo por las ramas al visitar Coahuila. Claudia lo arreglará, dijo, al dejarle el torito de la acerera más grande del país. Pero la señal está dada, Alonso Ancira no regresará a Altos Hornos de México ni a la casa matriz de la acerera, Grupo Acerero del Norte (GAN).

Alonso Ancira había sido hábil. Se acogió a la Ley de Quiebras y se fue del país debiendo casi 2 mil millones de dólares a los bancos. Después vino el problema con Agronitrogenados, que vendió en sobreprecio a Pemex, cuando Emilio Lozoya era director general de la paraestatal. De ahí vinieron los problemas con el presidente López Obrador, quien consideró que Ancira no quería pagar el monto acordado por Agronitrogenados. Llegaron las cosas a tribunales. Y ahora vemos el desenlace. El Presidente se refirió a Ancira con que: “Mucho ayuda el que no estorba”. Hoy Altos Hornos de México tiene nuevos dueños.