Que al gringo le falló la puntería porque no puso “La Culebra” en el Spotify
—Chopenjawer
La suerte le cambió a la familia Yunes Márquez desde 2018.
Poco antes de las elecciones del 1 de julio de ese año, el patriarca y sus hijos andaban muy pendencieros, retadores, bravucones y “sacalepuntas”. Insultaban, por ejemplo, al que sería posteriormente el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Se sentían los nuevos dueños de Veracruz.
La debacle familiar inició ese fatídico día. La foto más elocuente del suceso la tomó el fotógrafo Miguel Carmona, a través de los ventanales de la oficina del entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares en su despacho: preocupado, absorto, desesperado. Haga de cuenta la cara de Chalino Sánchez cuando recibió aquel recado en pleno concierto, poco antes de que le quitaran la vida.
En esas horas, el partido Morena arrasaba no sólo en Veracruz, sino en todo el país. Poco antes, su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez había salido ante los medios de comunicación a declararse vencedor de la contienda para heredar la gubernatura de su padre.
Pero quedó en ridículo: el ganador fue Cuitláhuac García Jiménez.
Días después, con la cola entre las patas, tuvo que salir a aceptar la derrota casi llorando de puro coraje.
De ahí el “amor familiar”, el del retrato feliz, se acabó y comenzó la desgracia.
Se sabe que entre el padre y los hijos hubo fuertes discusiones que los llevaron al distanciamiento. El reclamo era por varias cosas, pero principalmente por la nueva relación oculta del patriarca que no aprobaban los hijos o la manera en que se condujo como gobernador y que finalmente afectaría al proyecto político familiar.
Y así, se comenta, estuvieron varios meses: enojados, molestos, tristes, “peídos” entre ellos, especialmente por las calenturas del padre.
No obstante, hicieron lo que todo político profesional —de mucho varo— hace luego de un trago muy amargo o de haber ostentado un cargo con mucho estrés: irse del país para desconectarse de la política local.
Pero las “vacaciones” las calcularon mal. Un error de primaria.
Y los problemas se notaron más con la ausencia del padre.
Yunes Linares seguramente estaba muy contento con su nueva vida en pareja, viviendo en Miami y paseando por el mundo. Miguel Junior andaba por el extranjero supuestamente estudiando; su hermano Fernando se mantenía como alcalde de Veracruz; por su parte, Omar, el más desconocido pero considerado como el cerebro financiero, fue escondido en Estados Unidos y se dice que fue a recomendación de su papá: “Baja tu perfil. No llames la atención”.
Y es que de Omar depende toda la fortuna de los negocios familiares.
Pero los hermanitos metidos en la política, Miguel y Fernando, quizás sintieron que no necesitaban a su progenitor y comenzaron a hacer cosas por sí solos sin tener en cuenta que iban a necesitar, por lo menos, el consejo del patriarca. Ya ni se diga de sus contactos políticos o su perversa forma de usar la información.
Al estar fuera el papá de las jugarretas de Miguel y Fernando, estos comenzaron a cometer errores garrafales como el caso de la Torre Arista, cimentada en lo más podrido de la corrupción. Hay también señalamientos graves por la manera en que se condujo Fernando como alcalde de Veracruz, y que han terminado en denuncias por parte del Órgano Fiscalizador del Estado para que aclare asuntos de dinero.
Pero el error más grave (y que los tiene ahorita exiliados y perseguidos por la justicia) fue la pretensión de Miguel Junior para relevar a su hermano Fernando en la Presidencia Municipal de Veracruz para el periodo 2022-2025. Lo intentó a sabiendas de que no tenía el tiempo de residencia efectiva en el municipio que pretendía gobernar, de acuerdo a lo que marca la ley. Todo ese tiempo lo pasó fuera del estado (supuestamente estudiando), además de que su casa ni siquiera estaba en el puerto de Veracruz, sino en Alvarado.
Para lo anterior (suponemos que fue así; es lo más obvio) Miguel le pidió a su hermano que le ayudara con papeles oficiales del Ayuntamiento para justificar que sí vivía en el puerto de Veracruz en el tiempo contemplado por ley… pero les salió mal la jugada y se les cayó la mentira. Una verdadera p€ndejada de los chamacos.
Tan se les cayó la mentira, que Miguel Junior no pudo acreditar su residencia y tuvo que mandar a su esposa como candidata.
Ahí se supo que Miguel Junior, sin su padre, comete errores infantiles: no sólo por no calcular bien las fechas y el lugar necesario para poder contender como candidato a la alcaldía (algo que, sin duda, su papá se lo hubiese observado a tiempo), sino porque todavía utilizó documentos oficiales para falsear su residencia, lo que configuraba un delito.
Miguel padre, por experiencia, sabe que iba a ser difícil defender al vástago sin la protección política de la que gozaron con funcionarios de gobiernos del PAN y el PRI. Ahora con los “morenos” a lo único que le podía apostar era al olvido, al “no me miren, yo no hago ruido; miren estoy calladito”. A nadar de muertito, pues.
Pero la calentura del mayorcito de los Yunes Márquez los puso otra vez en aprietos.
Fue notable, ahora sí, la operación del patriarca en la reciente campaña de este 2024. En pasados meses se le vio en reuniones, visitando personajes claves, con el único fin de lograr que su hijo se convirtiera en senador de la república; incluso hasta se apuntó de suplente para arropar a su primogénito.
Quizás Yunes Linares sabía que de todas maneras habría que contemplar el escenario de la derrota: Morena es una marca muy fuerte políticamente y los Yunes iban a competir abanderados por los tres partidos políticos más desacreditados del país: el PRI, PAN y el PRD.
Tampoco podía arriesgar a su hijo como candidato a la gubernatura para que sufriera otra derrota de la cual no se iba a poder recuperar. Para eso, Yunes Linares optó por impulsar a su hijo al Senado y convencer de hacer candidato a la Gubernatura de Veracruz al personaje más débil, pero útil: el priísta Pepe Yunes.
Así fue: el 2 de junio el cándido candidato Pepe Yunes volvió a perder la gubernatura, pero Miguel Ángel Yunes Linares, astuto y marrullero como siempre, jugó a perder para ganar y su hijo Miguel, aunque no ganó la elección, recibe un premio de consolación como senador de primera minoría; es decir, como “segundo lugar” le dan su escaño.
Desde esa posición se sabe que Yunes Márquez pediría licencia en 2025, su padre asumiría como suplente y buscaría nuevamente la alcaldía de Veracruz relevando a su esposa, la actual presidenta Patricia Lobeira. De ahí, para 2030, otra vez la gubernatura.
El problema es que oooootra vez le falló el cálculo a los Yunes: en votación salieron mal y Morena nuevamente arrasó tanto en el país como en el estado. Esa votación ratificó al partido lopezobradorista como la nueva clase política gobernante con gran poder popular.
Lo peor (otro error): hicieron una campaña misógina y grosera, en contra de la candidata morenista Rocío Nahle. Todo mundo sabía de dónde venían los insultos, por ejemplo, del disque empresario apellidado Castañé; todo mundo sabía quien aconsejó a Pepe que usara lo de “la zacatecana” en sentido denigrante. Toda esa campaña llevaba el sello de los Yunes.
Y es que nuevamente se envalentonaron y creyeron que la parte mediática, el supuesto control de la narrativa, les daba casi-casi el triunfo absoluto. La vieja clase política-empresarial-periodística que los apoyaba también se la creyó y se empinaron.
La p€ndejada de Miguel también iba a salir muy cara: el uso de los documentos oficiales para falsear su residencia se convertiría en su Waterloo. Por querer andarle haciendo al «chistoso» con su hermano Fernando, los dos tuvieron que salir exiliados del país porque los buscan para que respondan ante la justicia por el “chistecito”.
Y por ese “chiste”, por esa p€ndejada, Miguel Junior muy probablemente no podrá rendir protesta como senador porque se la va a pasar a salto de mata escondiéndose en los Estados Unidos. Quizás su padre se atreva a tomar su lugar, pero para entonces también le podría caer el moco con denuncias que tiene desde hace rato en la Fiscalía General de la República.
Se sabe que los Yunes Márquez están desechos anímicamente: exiliados, sin protección política, perseguidos por los sabuesos de los “morenos”, con graves conflictos familiares; lo único que les queda es aventar mensajes ridículos e irrisorios.
Basta ver el video —donde aparece con cara de pánico— insultando y agrediendo con toda la soberbia al juez que lleva su caso; se muestra retador y dispuesto a todo, pero ya en la audiencia huye y se enferma, evidenciando una estrategia en la que su papá debe haber hecho el coraje más grande al verlo así: sin idea de cómo afrontar lo que sabe les viene.
Cuentan incluso algunos chismosos en Veracruz, que, en su desesperación, intentaron hasta boicotear la boda de la hija de la gobernadora electa. Ya de ese grado la demencia…
Y todo por una p€ndejada, Miguel: sólo había que calcular fechas y no falsear documentos.
Si hubiese escuchado a su papá, tal vez la historia sería diferente ahora.
Bueno, que disfruten el gabacho, “la jaula de oro”, como le dicen los paisanos por allá.
LAS IDEAS Y OPINIONES AQUÍ EXPRESADAS SON RESPONSABILIDAD EXCLUSIVA DEL AUTOR Y NO NECESARIAMENTE REFLEJAN EL PUNTO DE VISTA DE REVISTA REPUBLICA.COM.MX.
El Diccionario de la Real Academia Española, hace alusión al vocablo SINDICALISMO como el sistema de organización obrera que se basa en los sindicatos, así como el movimiento social que se apoya en él.
La RAE define el término SINDICATO como una asociación de trabajadores que se constituye para defender y promover los intereses profesionales, económicos o sociales de sus miembros; asimismo, establece que éste término es utilizado regularmente para referirse a asociaciones obreras. Por otra parte, la palabra SINDICALISTA, se refiere a un miembro de un sindicato de trabajadores.
El concepto TRABAJADOR, hace alusión a la persona que tiene un trabajo retribuido, y un SERVIDOR PÚBLICO es la persona que desempeña un cargo comisión o empleo en el sector público, y que, asimismo, se encuentra subordinada al Estado. Cabe señalar que todos los Servidores Públicos sin excepción deben desempeñar sus funciones con apego a los principios de legalidad, lealtad, honradez, imparcialidad, así como eficiencia.
A lo largo de la historia y que no es tan reciente, el sindicalismo mexicano se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, cuando los trabajadores inicialmente empiezan a organizarse con el firme propósito de oponerse a las condiciones paupérrimas que prevalecían en los centros de trabajo y que de manera unilateral y absolutamente arbitraria postulaban los dueños de las minas, talleres y fábricas y que tenían que ver y estar inmiscuidos con la jornada de trabajo, las tarifas y percepciones (salarios), así como el comportamiento e incluso con la moral de los trabajadores, algo inaudito hoy en día.
Quienes integraban la clase trabajadora, la constituían obreros de fábricas textiles, mineros trabajadores de las industrias del tabaco, azúcar henequén, café, así como los artesanos de las ciudades.
En ese entonces, como era de esperarse, las condiciones laborales, eran muy precarias, con jornadas de trabajo agotadoras de 14 y hasta 16 horas diarias, e incluso hasta más horas; salarios bajísimos y al arbitrio del patrón; en muchas ocasiones era común que los malos tratos llegaran incluso a los golpes, pésimas condiciones de higiene y seguridad en los núcleos de trabajo y aunado a ello, una total inexistencia de normatividad laboral que resguardara y protegiera a la clase trabajadora.
Al arribo del poder de Porfirio Díaz, las nacientes organizaciones obreras fueron despiadadamente reprimidas al grado tal de que muchísimas de ellas, desaparecieron en forma total sin dejar resquicio alguno. Ello a la postre dio la pauta para el nacimiento del incipiente movimiento obrero.
En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se reconoce y plasma el derecho de los obreros y de los empresarios para coaligarse en defensa de sus intereses, ya sea en sindicatos, asociaciones profesionales u otro tipo de agrupaciones, acorde con lo señalado en la fracción XVI del apartado A del artículo 123 constitucional.
Es importante señalar que el artículo 356 de la vigente Ley Federal del Trabajo, expresamente señala que el sindicato es la “asociación de trabajadores o patrones, constituida para el estudio, mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses.
Tanto el Sindicato como el Contrato Colectivo representan 2 de las más importantes figuras correspondientes al Derecho Laboral, mismas que otorgan a los trabajadores seguridad en la defensa de sus derechos y la obtención y adquisición de mejores condiciones de trabajo en la relación obrero-patronal.
CONTINUARÀ PARTE 2
NOTA:
Es oportuno señalar que el día de hoy, jueves 17 de octubre, en punto de las 18:00 horas, quienes integran el Sindicato PROFISSPEV y sus agremiados, estarán festejando el día del EMPLEADO en el Gran Hotel Xalapa (Salón Gobernadores), ubicado en la calle Victoria No. 163 de esta ciudad de Xalapa, agradeciendo de antemano a todos quienes hacen posible este convivio con sus apoyos generosos y desde luego, a TODO el Comité que integra el referido Sindicato.
pamar0712@hotmail.com
@pamar07
Cel. 2288556210
EL SINDICALISMO EN MEXICO…
Por:
Banquillo Político Severo Francisco Nar Morales
El Diccionario de la Real Academia Española, hace alusión al vocablo SINDICALISMO como el sistema de organización obrera que se basa en los sindicatos, así como el movimiento social que se apoya en él.
La RAE define el término SINDICATO como una asociación de trabajadores que se constituye para defender y promover los intereses profesionales, económicos o sociales de sus miembros; asimismo, establece que éste término es utilizado regularmente para referirse a asociaciones obreras. Por otra parte, la palabra SINDICALISTA, se refiere a un miembro de un sindicato de trabajadores.
El concepto TRABAJADOR, hace alusión a la persona que tiene un trabajo retribuido, y un SERVIDOR PÚBLICO es la persona que desempeña un cargo comisión o empleo en el sector público, y que, asimismo, se encuentra subordinada al Estado. Cabe señalar que todos los Servidores Públicos sin excepción deben desempeñar sus funciones con apego a los principios de legalidad, lealtad, honradez, imparcialidad, así como eficiencia.
A lo largo de la historia y que no es tan reciente, el sindicalismo mexicano se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, cuando los trabajadores inicialmente empiezan a organizarse con el firme propósito de oponerse a las condiciones paupérrimas que prevalecían en los centros de trabajo y que de manera unilateral y absolutamente arbitraria postulaban los dueños de las minas, talleres y fábricas y que tenían que ver y estar inmiscuidos con la jornada de trabajo, las tarifas y percepciones (salarios), así como el comportamiento e incluso con la moral de los trabajadores, algo inaudito hoy en día.
Quienes integraban la clase trabajadora, la constituían obreros de fábricas textiles, mineros trabajadores de las industrias del tabaco, azúcar henequén, café, así como los artesanos de las ciudades.
En ese entonces, como era de esperarse, las condiciones laborales, eran muy precarias, con jornadas de trabajo agotadoras de 14 y hasta 16 horas diarias, e incluso hasta más horas; salarios bajísimos y al arbitrio del patrón; en muchas ocasiones era común que los malos tratos llegaran incluso a los golpes, pésimas condiciones de higiene y seguridad en los núcleos de trabajo y aunado a ello, una total inexistencia de normatividad laboral que resguardara y protegiera a la clase trabajadora.
Al arribo del poder de Porfirio Díaz, las nacientes organizaciones obreras fueron despiadadamente reprimidas al grado tal de que muchísimas de ellas, desaparecieron en forma total sin dejar resquicio alguno. Ello a la postre dio la pauta para el nacimiento del incipiente movimiento obrero.
En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se reconoce y plasma el derecho de los obreros y de los empresarios para coaligarse en defensa de sus intereses, ya sea en sindicatos, asociaciones profesionales u otro tipo de agrupaciones, acorde con lo señalado en la fracción XVI del apartado A del artículo 123 constitucional.
Es importante señalar que el artículo 356 de la vigente Ley Federal del Trabajo, expresamente señala que el sindicato es la “asociación de trabajadores o patrones, constituida para el estudio, mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses.
Tanto el Sindicato como el Contrato Colectivo representan 2 de las más importantes figuras correspondientes al Derecho Laboral, mismas que otorgan a los trabajadores seguridad en la defensa de sus derechos y la obtención y adquisición de mejores condiciones de trabajo en la relación obrero-patronal.
CONTINUARÀ PARTE 2
NOTA:
Es oportuno señalar que el día de hoy, jueves 17 de octubre, en punto de las 18:00 horas, quienes integran el Sindicato PROFISSPEV y sus agremiados, estarán festejando el día del EMPLEADO en el Gran Hotel Xalapa (Salón Gobernadores), ubicado en la calle Victoria No. 163 de esta ciudad de Xalapa, agradeciendo de antemano a todos quienes hacen posible este convivio con sus apoyos generosos y desde luego, a TODO el Comité que integra el referido Sindicato.