Ya es gobernadora electa… espuria
INFORME ROJO MUSSIO CÁRDENAS ARELLANO
- Su candidatura fue ilegal * Nahle violó la Constitución al no ser nativa de Veracruz
- Y la dejaron pasar * Cuando llegue a palacio de gobierno seguirá violando la ley
- ¿De qué se ríen los Yunes azules?
- Licitación simulada en Dos Bocas
- Era de Nahle, lo trataron mal y se fue a operar para el PRIAN
Socarrona, Rocío Nahle finalmente se burló de Veracruz. Detenta, exhibe, tiene en sus manos una constancia de mayoría que la acredita como gobernadora electa… espuria, lo que es.
Inelegible, la zacatecana contendió violando la ley, vulnerando la Constitución, sin cumplir con el requisito número uno, ser nativa de Veracruz o ser hija de veracruzanos.
Oriunda de Río Grande, Zacatecas, gastó saliva pregonando que no se debe discriminar, aludiendo a su origen y la negativa de priistas y no priistas, de panistas y perredistas, de veracruzanos sin partido, veracruzanos de a pie, a dar por buena la violación a la ley.
Sonríe Rocío Nahle. Tiene en sus manos la constancia de mayoría que la acredita como ganadora en la elección de gobernador. Pero su risa no es de felicidad; es de burla. La pillada le salió.
El domingo 9, el Órgano Público Local Electoral consumó el atraco. Validó la fechoría. Marisol Delgadillo, su presidenta, se prestó al juego, aún viendo en la documentación de la ex secretaria de Energía el acta de nacimiento que invalidaría su candidatura, expedida en Zacatecas y citando que nació en Río Grande.
Más chaira que López Obrador, Marisol Delgadillo debió parar a Nahle. Pero no. Tenía la consigna de validarla. Marisol Delgadillo es funcionaria a modo, impuesta, plegada a los designios de Morena, de Cuitláhuac García, el desgobernador; a Eric Cisneros, el sátrapa y orate ex secretario de Gobierno, y a Juan Javier Gómez Cazarín, líder de Congreso de Veracruz y fallido, degradado, aspirante a secretario de Gobierno con Rocío Nahle.
Incumplir el requisito de ser nativa de Veracruz o hija de veracruzanos, y haber contendido con la complicidad del Ople, es equiparable a ser extranjera e hija de extranjeros y contender por la Presidencia de México.
La candidatura, pues, fue –es– ilegal. La victoria electoral de Nahle es un churro montado en la maquinaria del fraude. Y la constancia de mayoría es el certificado de defunción de la democracia veracruzana.
De ahí la risa socarrona. Nahle burla la ley. Burla el requisito constitucional de ser nativa de Veracruz. Burla el andamiaje jurídico electoral. Es un fraude moral.
La burla alcanza a los 8 millones de veracruzanos que se la van a tener que soplar como gobernadora. Y a los que verán sus desplantes. Y a los que sufrirán la arrogancia, la soberbia, la pedantería que es su yo verdadero.
Adicta a la mentira, al cuento fugaz, Rocío Nahle se precia de haber construido una refinería, la Olmeca en Dos Bocas, Tabasco, que no refina, y de contar con una fortuna discreta que es, en realidad, una fortuna insultante.
En cinco meses más, el 1 de diciembre, asumirá el gobierno espurio de Veracruz. Consumará el asalto al palacio de gobierno en Xalapa. Ese día habrá atropellado, como nunca antes lo hizo, el orden legal.
Es su naturaleza tramposa. Es su esencia. Es el culmen de una trayectoria en el Partido de la Revolución Democrática, primero, donde practicó la traición, y en Morena, después, en que campearon las tretas, el cuento, la corrupción y la mentira con tal de sobresalir.
“Operadora financiera” de López Obrador, según acusó la ex diputada morenista Eva Cadena Sandoval luego de ser pillada, captada en cuatro videos, echando en la bolsa millones de pesos ilegales para su campaña a la alcaldía de Las Choapas, y otro tanto dizque para una reforma a la ley forestal, Rocío Nahle tuvo la función primordial entre los que habitan en las entrañas de ese monstruo político apodado El Peje: llevar dinero sucio, de origen ilegal, a lo que la pandilla llama el proyecto para rescatar a México de la corrupción.
Nahle, la recaudadora, de acuerdo con Eva Cadena, tenía esa función. En los videos difundidos en el portal del periódico El Universal, en abril de 2017, varias veces le dice a los aportadores de dinero que la “operadora financiera” de Andrés Manuel es Rocío Nahle, que se dirijan a ella.
Ante la insistencia de los “empresarios” de aportar cinco millones de pesos para la campaña de López Obrador, con miras a la contienda de 2018, Eva Cadena sugirió canalizarlos con Rocío Nahle. Dijo textualmente:
“Lo que podemos hacer es hablar con Rocío. Ella es la que le acerca los dineros”.
Y reiteró:
“Pero quien yo sé que le maneja los dineros es ella”.
Nahle, la espuria, tiene un talón de Aquiles: el dinero.
Nahle enfrenta denuncias por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, interpuestas por el empresario Arturo Castagné Couturier, sustentadas en escrituras públicas de la casa que habita en el fraccionamiento El Dorado, en Boca del Río, un palacete de 40 millones de pesos, cuya propietaria –ajá– es su sobrina, Maribel Hoyos Peña, y que Rocío Nahle dice rentar a razón de 35 mil pesos al mes.
Nahle enfrenta 38 denuncias, entre las de carácter penal y las administrativas en la Secretaría de la Función Pública por omisiones en su declaración patrimonial.
Su esencia es tramposa. Su vida pública está marcada por la ambición personal. Y por sus yerros en el único cargo de alto nivel que ha desempeñado: la Secretaría de Energía, siendo responsable de la construcción Olmeca en Dos Bocas, que en 18 días más cumplirá dos años de haberse inaugurado sin que a la fecha refine un litro de gasolina.
Curtida en la mentira, con ese historial de trapacerías, Rocío Nahle contendió por la gubernatura de Veracruz a sabiendas que violaba la ley, esgrimiendo –qué argumento tan estúpido– que son veracruzanos todos los que viven aquí.
No hubo Ople que la frenara. Ni el PRI ni el PAN la atajaron a tiempo aduciendo que incumplía el requisito constitucional. Sólo algunos abogados, Jorge Trejo y algunos colegas, llevaron el caso a los tribunales sustentando que era inelegible. La pregunta es: ¿por qué no insistieron en esa violación a la ley?
Rocío Nahle fue impuesta en la candidatura de Morena pese a perder la encuesta interna. Se montó en la marca Morena y en el fenómeno del obradorismo que arrasó a la oposición en todo el país. Pero lo ilegal no se lo puede ni se lo podrá sacudir.
Oficialmente, Rocío Nahle ya es gobernadora electa, gobernadora espuria.
POSDATA
También los Yunes azules ríen. No se sabe de qué, pero ríen. Acuden Miguel Ángel Yunes Márquez y su papá, el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, a recoger su constancia de primera minoría en la elección de senador por Veracruz. No les queda reír cuando Claudia Tello, candidata de Morena en primera fórmula, y Manuel Huerta Ladrón de Guevara, segunda fórmula, les propinaron un dos a uno en la elección del domingo 2 de junio. No alcanzaron a tomar ni las placas del pullman que los arrolló, que les abolló el orgullo, que los pulverizó y que mandó la señal que la era Yunes en el Partido Acción Nacional ya concluyó. De panzazo entran al Senado. Vergonzosa, su llegada se da por la puerta trasera, humillados por el presidente Andrés Manuel López Obrador y su acérrimo enemigo, Manuel Huerta, al que Yunes Linares apoda Lord Fentanilo por aquello de la iniciativa para promover el consumo controlado de esa droga letal… Van Oord y Boskalis, empresas holandesas, se aventaron una simulación descarada en el primer contrato asignado en el proyecto de la refinería Olmeca, en Dos Bocas. Ambas contendieron por el contrato. Van Oord es quien lidera al Grupo Huerta Madre donde aparecen empresas ligadas al presidente Andrés Manuel López Obrador y Rocío Nahle –Santandreu, Falcón y Reparaciones del sur, de Juan Carlos Fong–. Pero Van Oord ha llevado como asociada a Boskalis en proyectos en Gran Bretaña –el canal de navegación en los puertos de Harwich Haven y Felixstowe– y otras partes del mundo. O sea, que todo fue una simulación para adjudicarse el contrato de 5 mil millones de pesos para acondicionar el terreno lodoso donde se erigió la refinería de Dos Bocas y que, por cierto, cada vez que llueve, todo se inunda. Van Oord y Boskalis simulando que contienden y en otras partes del mundo son aliadas. Buen show, Chío… ¿Quién es ese ex funcionario municipal, ex cercanísimo a Rocío Nahle, tan maltratado por el obradorismo que en los últimos días de campaña operó con perfil bajo desalentando el voto para Morena, incluido el voto de la candidata guinda al gobierno de Veracruz? Una versión dice que tuvo la venia del alcalde Amado Cruz Malpica; otra, que no…
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