¿Qué ha hecho por ti el PRI?

Opinión  Inocencio Yáñez Vicencio

Los hombres y mujeres que fundaron el Partido Republicano Institucional, son los mismos que hicieron la Revolución de 1910-14.

¿Qué hicieron esos hombres y mujeres antes de formar su partido?
Suprimieron las formas de dominación semifeufales que venían desde la Colonia y que apesar de haber sufrido un golpe demoledor con las reformas de Valentín Gómez Farías y Benito Juárez, persistieron hasta la primera década del siglo XX, como fueron el latifundio y la gran hacienda, con sus lastres de peones encasillados, la tienda de raya, la acumulación originaría, la insalubridad, la ignorancia, la audiencia de derechos, los rurales , el despojo, el contubernio del gobierno con las compañías deslindadoras, la paz de los sepulcros…

¿Con qué régimen reemplazaron a la dictadura porfirista?
A la dictadura que tenía como base la simulación electoral y una fachada republicana, la sustituyeron con un régimen auténticamente democrático que organizó las elecciones más limpias de que se tengan memoria y que si por un lado en 1911, las fuerzas maderistas ganaron la Presidencia, por el otro, perdieron la XXVI Legislatura, que permitió a los neoporfiristas minar al poder surgido de la Revolución y abrir las puertas a la revancha porfirista y dar el Cuartelazo que instaló en la presidencia al Chacal Victoriano Huerta, obligando a las fuerzas revolucionarias a reagruparse, acaudilladas por Don Venustiano Carranza ( que en vida no aceptó una insignia militar, al grado de llevarle a la muerte al impulsar como su sucesor a su embajador en los Estados Unidos, Ignacio Bonilla jr., pero en el Barrio de Xalitic, en Xalapa, su eatstua le otorgaron el grado de General. Dirán fue una Comuna pasada, si, pero la vergüenza la llevan también las actuales autoridades), para echarlo, aprendiendo que no podían pecar de ingenuos y que la derecha no respetaría llegar súbitamente a la democracia, por lo que no quedaba más que implantarla gradualmente. Está es la razón del largo camino que tuvimos que recorrer para arribar a elecciones libres y competitivas.

En 1917 nos dieron una Constitución que fue condenada por el Vaticano y que esa carta de condena sirvió para desatar la Guerra Cristera, que trató de destruir el Estado de la Revolución mexicana. Esa Constitución tendría el honor de ser elogiada por Karl Loewenstein, en su libro: Teoría de la Constitución. Los Diarios de los Debates del Congreso de 1916-17, recogen el ideario de los revolucionarios pero también su gran vocación de respeto e inclusión, por su disposición y capacidad de negociación. Ahí podremos ver cómo era un ir y venir y un quitar y poner. No obstante hubo sectores de fanáticos y del todo o nada, que trataron de anularla. Era un programa pero también una ley, cuya vigilancia, más tarde se encargaría al Poder Judicial.

En 1929, los revolucionarios formaron su Partido. Como una vez diría la estudiosa, Soledad Loaeza, tan nunca pretendió ser único que lo llamaron revolucionario. Don Jesús Reyes Heroles, diría que no era ninguna contradicción que lo llamaran revolucionario institucional, porque era Institucional, en virtud a qué revolución que no aspire a ver hacía el futuro, a permanecer, es un engaño.

Ya como partido creo las misiones culturales , un sistema de educación, un sistema de salud, repartió la tierra, rescató el petróleo para la nación, creo el libro de texto, fundó un sistema de normales, de tecnológicos, de universidades, de becas, el ISSSTE, el IMSS, el IPN, la UAM, el CIDE, el Colegio de México, Institutos de Altas

Especialidades, El CONACYT, Presas, una red de agua potable, llevó luz eléctrica al 95 por ciento de los hogares mexicanos, para la CDMX, realizó Ciudad Universitaria, el Drenaje Profundo, el sistema metro, con 11 líneas, ejes y circuitos viales, carretera, autopistas, muchas familias tuvieron un lote y escrituras…

Los grupos enemigos de la educación laica, de los derechos de los trabajadores, que combatian el Estado social, que pugnan porque no halla más reparto que las asignaciones del mercado, que quieren únicamente un Estado guardián del capital, que luchan porque las decisiones fundamentales se dejen a la clase dominante, fundaron su partido en 1939.
El PRI es asociado al Poder y por lo tanto todos los enemigos del poder, desde distintas trincheras lo han tratado de destruir.

Tanto anarquistas como librecambietas coinciden en que el Estado debe ser reducido a lo mínimo. Los populistas se montaron en esa campaña contra el Poder, colocándose precisamente fuera de la política, haciendo política atacando a la política y a los políticos. Para ellos Morena reclutó a todos los enemigos y resentidos del poder político, ofreciéndo regeneración y pureza. En la vasija llamada Morena, dieron cabida a todos los que odiaban al Poder. AMLO mismo no salió del PRI porque se estuviera en desacuerdo con su ideología o su moral, no se salió porque no le dieron el trozo de pastel que quería, porque no le dieron una candidatura.

El drama de Morena es que tiene que complacer a todos. Ahora girando a la derecha, mañana tirando a la izquierda, porque necesita a todos, porque Morena no depende de argumentos, depende del número, depende de la fuerza, para mantenerse en el poder y saquearlo, sin ser llamado a cuentas.
Los morenistas utilizaron como arma la corrupción, de la cual señalan a todos sus enemigos, sin probarlos nada, lo cual secundan sus seguidores a cambio de apoyos y pensiones, que ya , en ocho años, suplicaron la deuda pública.

Desde dentro y desde fuera se trata de destruir al PRI, pero no podemos permitirlo, porque es la única opción que tenemos para regresar al camino de la República y de la democracia.