La última de Peña Nieto

Ricardo Raphael

Politica zoom


Política zoom   Ricardo Raphael

“Ningún presidente de la República, ni antes ni ahora, va a decidir en nuestro partido.”

Esto afirmó ayer Alejandro Alito Moreno en la asamblea nacional que le entregó el control absoluto del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por ocho años más.

En este acto político antidemocrático se votó a mano alzada el cambio de estatutos.

Previamente, en el Centro Pepsi, habían ocupado los lugares más cercanos al escenario las personas delegadas afines a la reelección Moreno. A gayola fueron enviadas quienes estaban en contra de modificar las reglas del tricolor. En escasos tres segundos sucedió el golpe definitivo.

Esa asamblea fue cuidadosamente seleccionada por el trufador para desterrar cualquier tipo de disidencia.

Moreno llegó hace seis años a la dirigencia nacional por una operación del entonces presidente de la República, Enrique Peña Nieto. Fue el último en decidir sobre la vida interna de ese partido.

En aquel momento había otras candidaturas mejores, destacadamente la de José Narro Robles. Sin embargo, Peña se esmeró por apuntalar el triunfo de Moreno.

Convenció a los gobernadores que aún eran del PRI, disuadió a los dirigentes nacionales que externaron sus dudas, se impuso también entre los legisladores que habían logrado curules en el senado y la Cámara de Diputados.

Narro optó por declinar sus aspiraciones cuando constató que Peña había construido un cerco alrededor suyo.

Entonces Peña estaba convencido de que Alito se subordinaría a sus intereses, mejor que ningún otro dirigente.

Como en tantas otras cosas, se equivocó. Tres años después de lograr la dirigencia, Alito comenzó la purga para expulsar a los cuadros de Peña y a cualquier otro que no se sometiera incondicionalmente a su conducción política.

En 2021 el PRI obtuvo malos resultados, pero nada comparado con lo conseguido en 2024. El análisis de las últimas elecciones, tanto nacionales como locales, confirma que el PRI se extingue. Una mayoría abrumadora de cuadros y bases sociales le han abandonado. Esta es la razón principal de la debacle.

Zoom: el peor dirigente que haya tenido el PRI se quedará al mando porque ayer Alejandro votó por Alito y Alito por Alejandro. Antes de esta tragedia hubo una decisión fatal que hace seis años tomó Enrique Peña Nieto. El enterrador detrás del enterrador.
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