Recaudación récord: bajo crecimiento, el riesgo
En pleno estancamiento de la economía mexicana, se registra un dato contrastantemente positivo.
En el primer trimestre de este 2025, la economía eludió la recesión técnica, pero observó una tasa mínima de 0.2 por ciento.
Y precisamente en ese mismo periodo, el SAT recaudó 2 billones 17,536 millones de pesos en el primer trimestre del año en curso.
Es una cantidad que supera en casi 10% (9.9%) a la que cobró en el primer cuatrimestre del 2024 y representa un aumento nominal de 247,953 millones de pesos.
De enero a abril, se recaudaron un billón 171,684 millones de pesos por concepto de impuesto sobre la renta (ISR), lo que representa 136,904 millones más que en los primeros cuatro meses de 2024 y un incremento real de 9.1 por ciento.
En cuanto a los recursos obtenidos por impuesto al valor agregado (IVA), estos se ubicaron en 537,251 millones de pesos; 82,762 millones más respecto al mismo periodo del año anterior y un crecimiento real de 13.9 por ciento.
La recaudación del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) alcanzó 217,479 millones de pesos, 9 mil 4 millones más que lo registrado en el mismo periodo de 2024.
Descontando los probables efectos positivos de las fechas calendario en la recaudación, lo que resulta evidente es la mayor eficiencia fiscalizadora del SAT, que encabeza Antonio Martínez Dagnino.
Hay que decir que en la última década se ha fortalecido la recaudación de impuestos.
La digitalización de los procesos de pago ha ayudado. Hasta el tercer trimestre del 2024 se registraron 1.71 veces más contribuyentes que en 2020.
Y entre 2018 y 2024, la eficiencia recaudatoria aumentó un 241.3 por ciento.
Por otra parte, las misceláneas fiscales aprobadas en años anteriores han fortalecido la recaudación tributaria mediante mecanismos de control, claridad y simplificación
Con todo, es notable el aumento en la recaudación de impuestos, sobre todo considerando que la economía registra una innegable desaceleración económica y eventualmente una recesión.
El crecimiento económico es fundamental para el registro de mayores o menores montos de contribuciones.
En torno al crecimiento económico, en retrospectiva, hay que recordar que el gobierno de Claudia Sheinbaum, heredó de su antecesor una economía con el más bajo nivel de crecimiento económico sexenal, con una tasa anual inferior al 1%.
Y en prospectiva, los escenarios no son nada halagüeños.
A contracorriente de la proyección oficial que estima una tasa de crecimiento en un rango de entre 1.5 y 2.3%, la mayoría de los análisis no gubernamentales y privados han modificado a la baja sus pronósticos de crecimiento del PIB.
Banxico en febrero pasado recortó su proyección a 0.6% desde 1.2%, en noviembre.
Banamex, en marzo pasado ajustó su pronóstico a 0% desde una estimación previa de 0.2 por ciento. En general, la mayoría de los pronósticos anticipan una nula o muy baja tasa de crecimiento.
En consecuencia, la pregunta es si la extraordinaria recaudación que hoy se está observando, podrá mantenerse.
Siendo el ISR e IVA las principales fuentes de recaudación, habrá que ver su comportamiento en función de una menor tasa de crecimiento.
Entre los principales factores que ensombrecen las perspectivas están la incertidumbre comercial derivada de los aranceles que está aplicando EU; el esfuerzo del gobierno mexicano para reducir el déficit fiscal de casi el 6% al 4.9%; la debilidad en la demanda interna, tanto en el consumo privado como la inversión privada, que observan caídas importantes desde el segundo trimestre del 2024. El aumento de los ingresos depende de que se alcancen las metas de crecimiento económico.
Si no se logran, los ingresos serán menores y podrían provocar desequilibrios fiscales, lo que implicaría mayores recortes o más deuda.
Ojalá que la economía crezca al ritmo que prevé el secretario de Hacienda, Edgar Amador y se alcancen las metas recaudatorias. Al tiempo.