Tomado de: El Financiero

La imprudencia en la 4T

Enrique Quintana

Coordenadas

En cuanto el coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier, dijo que en septiembre se aprobaría la reforma judicial, el peso frente al dólar se fue para arriba casi 60 centavos.

Algunos interpretaron incluso que serían todas las reformas constitucionales propuestas.

En cuanto trascendió esta declaración, la cotización del peso frente al dólar se fue para arriba casi en 60 centavos.

Al cierre de la jornada y tras lo trascendido, la cotización se regresó a 17.90 pesos por dólar.

Desde el pasado martes, la Secretaría de Hacienda hizo un esfuerzo para asegurarle a los mercados que la política hacendaria buscaría mantener la disciplina financiera, atender los problemas de Pemex y promover la inversión privada.

Ese trabajo, hecho con cuidado y dedicación, como si fuera un castillo de arena en la playa, fue derrumbado de manera burda y clara por la declaración del próximo senador poblano.

No pierda de vista que la 4T no es un grupo homogéneo.

Hay personajes que quisieran que la línea que fuera a adoptar la próxima presidenta de la República fuera la más radical.

No sé si Ignacio Mier decidió por él mismo cuál sería su declaración. En la 4T, en la competencia por quedar bien con quien todavía es el líder supremo, hay muchos que quieren obtener su reconocimiento. Que le apuestan a su respaldo, aunque le generen problemas a Sheinbaum.

Le apuestan a que AMLO siga como el líder permanente del movimiento.

Ese tema será uno de los determinantes de la política en el curso de los próximos meses.

Pero, dudo mucho que Mier haya actuado por cuenta propia.

Y curiosamente, su declaración coincidió con la renuncia de la secretaria de Administración y Finanzas del gobierno de la CDMX, Luz Elena González, para sumarse al equipo de Claudia.

El panorama más amplio me lleva a la conclusión de que ha empezado la guerra al interior de la 4T.

Claudia y su equipo quieren llegar a la presidencia de la República con la mayor tranquilidad posible, para tener la capacidad de negociar y contar con márgenes, incluso para operar el programa propuesto por AMLO.

No sería extraño que la declaración de Mier fuera parte de una guerra al interior de la 4T, apuntando a “quemar” a los moderados y racionales.

Lo que algunos de la 4T quieren es que, a costa de lo que sea, Claudia adopte las posturas más radicales.

El episodio de ayer tiene que ver con este hecho.

Al paso de las horas se amortiguó el impacto. Pero si pensamos que el tema ya quedó rebasado, hay una equivocación.

La actitud de los radicales de la 4T también se alimenta con las posturas de los más radicales de los opositores.

Entre ciertos sectores sigue habiendo la percepción de que hubo un fraude.

En el extremo, hay una sensación de enojo y de pasmo. No entienden por qué perdió por 30 puntos cuando Xóchitl decía que la contienda estaba cerrada.

Las acciones de los que señalan que finalmente la oposición perdió por trampa alimentan a los radicales de la 4T, que están dispuestos a torpedear a los que buscan actitudes racionales del próximo gobierno.

Delo por un hecho, tendremos un periodo complejo.