‘Noroñas’ y ‘Liosa’ Limón

Jairo Calixto Albarran

Politica cero

Política cero Jairo Calixto Albarrán

Fue harto conmovedor ver a la ex alcaldesa panista Liosa Limón llorar amargamente en una de las misas satánicas del encuentro de ultraderechosos osos osos en Madrid, la capital mundial del medievalismo voxista. Sobre todo porque después de enlistar un montón de reconocimientos seguramente avalados por las encuestas xochilistas de Massive Caller (donde se hacen demoscopías a tu medida, llama, ¡nosotros vamos!), entre lágrimas, no podía creer que los traidores de su demarcación no hubieran votado por ella. A lo mejor los habitantes de la alcaldía no supieron apreciar que mientras Clara Brugada construyó las utopías, ella hizo 8 tristes y chuecos escalones, se gastó una fortuna en campañas de poca categoría, solo atendía a sus amiguis del cártel inmobiliario del PAN y que nada más se hacía presente cuando había algún accidente o situación donde pudiera medrar políticamente en contra de Claudia Sheinbaum y la Cuatroté, entre otras lindezas, como la de coludirse en las peores causas con Sandra Baticuevas.

Me dicen que en La rosa de Guadalupe (Loaeza) le van a hacer una miniserie.

Y como si no fuera suficiente, la Limón va y se toma unas fotos con el expresichente Jelipillo y Margarita Zavala para acabar de desprestigiarse, ella que solía ser la panista más progre de la comarca. Solo le falta exigir el premio Nobel para Milei por ser más neoliberal a lo bestia que Zedillo.

Drama que solo se puede comparar con el de Sergio Mayer, que publicó un video donde, sintiéndose el muy muy, quiso regañar a los que cuestionan su llegada por la puerta trasera de Morena. O sea, dio kinkytellazos hasta que se cansó, apoyó a Coello Trejo en sus turbios ataques contra el doctor Gatell, haciendo ver a Kinky Téllez como toda una chaira salvaje.

Por eso sí se ve medio raro que apapachen a esta clase de ejemplares como Mayer (“ese anodino”, dice mi madre), que no sabría diferenciar “La internacional” de una de Maluma, y me anden peluseando al Noroñas. Entendiendo que tiene una personalidad muy particular y un pasado rasposo, no se le puede negar que se ha entregado a la Cuatroté de manera apasionada. Mientras a Monreal le falta un grado para ser Loret y Brozo al mismo tiempo, y Marchelo no tocaba a los prianistas ni por equivocación, mi Noroñas se batía como los grandes dejando a la derechairiza cual lazo de cochino.

Otra luchadora bravía es Lenia Batres, que dejó a la ministra Piña con los ojos chereques y un poco destorlongados por defender al pueblo y no a la oligarquía. ¡No se vale!

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